La hepatitis C es una enfermedad del hígado originada por el virus del mismo nombre (VHC). La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el virus puede causar hepatitis aguda o crónica, cuya gravedad varía entre una dolencia leve que dura algunas semanas y una enfermedad grave de por vida. Su causa puede ser infecciosa (viral, bacteriana, etcétera), inmunitaria (por autoanticuerpos, hepatitis autoinmune) o tóxica (por ejemplo, por alcohol, sustancias tóxicas o fármacos).
Según datos de la Secretaría de Salud, se calcula que en México hay más de 500 mil personas con hepatitis C. Sin embargo, muchas de ellas no lo saben, ya que es un padecimiento silencioso cuyos síntomas se manifiestan generalmente después de 15 años de haber adquirido el virus.
Desde la Sociedad Mexicana de Salud Pública (SMSP) se hacen diversos esfuerzos para que más personas que se encuentran dentro de los grupos de mayor riesgo se hagan una prueba rápida para descartar la posible infección y en caso de padecer hepatitis C tengan un diagnóstico y tratamiento adecuados. La SMSP tiene como misión incidir en la salud de la población mexicana a través de estrategias de promoción de la salud, control de enfermedades y abogacía dirigida a problemas sociales y sanitarios de grupos vulnerables, así como fomentar el desarrollo profesional y el conocimiento científico de la salud.
A pesar de que el contagio se puede prevenir y, en su caso, curar con tratamientos altamente efectivos con los que se cuenta en el sistema de salud, actualmente a nivel mundial el 25% de los casos de cirrosis hepática y de cáncer son consecuencia de la hepatitis C.
Por ello, el doctor Jesús Felipe González Roldán, presidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, comparte algunos mitos y realidades de la enfermedad, a fin de que la población mexicana que esté expuesta a factores de riesgo tenga información suficiente para poderla detectar y recibir a tiempo el tratamiento adecuado que evite el avance del virus.
A diferencia de las hepatitis A o B, todavía no hay una vacuna que pueda prevenir el desarrollo de la hepatitis C, por lo que es importante tomar las medidas necesarias para no contraerla o, ya con el diagnóstico, acudir con un especialista para recibir el tratamiento indicado.
No. La ictericia (es decir, la coloración amarillenta de la piel y los ojos) es uno de los síntomas de la hepatitis C, pero tras la infección inicial, aproximadamente un 80% de los casos no presentan síntomas. Los pacientes con sintomatología aguda pueden presentar fiebre, cansancio, inapetencia, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces claras, dolores articulares e ictericia.
Aunque es una forma de transmisión menos frecuente, durante el parto, el virus de la hepatitis C puede pasar de la madre infectada a su hijo. Sin embargo, es importante mencionar que no se transmite a través de la leche materna, los alimentos, el agua, ni por contacto ocasional como abrazos y besos, o por compartir comidas o bebidas con una persona infectada.
No. De acuerdo con la OMS, la mayoría de las infecciones se producen por exposición a pequeñas cantidades de sangre, y esto puede ocurrir por consumo de drogas inyectables, prácticas de inyección o de atención sanitaria poco seguras, transfusión de sangre y productos sanguíneos sin analizar, así como prácticas sexuales que conllevan contacto con sangre.
Sí. La OMS señala que los antivíricos pueden curar más del 95% de los casos de infección por el virus de la hepatitis C, lo que reduce el riesgo de muerte por cáncer de hígado y cirrosis. En México, las personas con esta enfermedad tienen la posibilidad de acceder a un tratamiento muy sencillo y de libre acceso.
"Actualmente, la hepatitis C es totalmente curable, ya que existen tratamientos altamente efectivos en sus distintas etapas, pero es importante derribar los mitos y la desinformación que impiden a la población detectar la enfermedad a tiempo", declara el doctor González. "Por ello, quienes consideren que estuvieron expuestos al virus, deben despejar todas sus dudas al acudir a realizarse una prueba".
Para diagnosticar este padecimiento se necesita el análisis de unas gotas de sangre y los resultados se obtienen en 15 minutos aproximadamente. Siete de cada 10 personas con hepatitis C no saben que portan el virus que provoca esta enfermedad silenciosa.
La Sociedad Mexicana de Salud Pública lanza una campaña de concientización dentro del marco del Programa Nacional de Eliminación de la Hepatitis C para difundir información veraz y concreta sobre las principales causas de contagio de la Hepatitis C.
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