¡Ya comenzaron los días más fríos del año! Con la llegada del otoño y el próximo invierno es más frecuente ver a personas con enfermedades respiratorias infecciosas. Por ejemplo, la gripe es una enfermedad estacional que entre las poblaciones más vulnerables (niños menores de 5 años, adultos mayores, mujeres embarazadas, personas con enfermedades cardíacas y pulmonares) puede causar hospitalizaciones y, en casos más complejos, la muerte, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la OMS, a nivel mundial aproximadamente de 3 a 5 millones de personas sufren de gripe grave, y cerca de 650 mil mueren a causa de esta enfermedad. También, la infección por influenza puede aumentar el riesgo de problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
En ese sentido, existen diversos virus respiratorios que se propagan fácilmente en los meses de otoño e invierno. Uno de ellos es el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) que "infecta" la nariz, la garganta y los pulmones. Puede causar bronquitis (inflamación de las vías respiratorias pequeñas de los pulmones) y neumonía (infección de los pulmones). Algunos de sus síntomas son secreción nasal, tos, estornudos, fiebre y/o reducción del apetito.
Otro padecimiento respiratorio es la faringitis, que ocurre porque la faringe (músculo que conecta nariz, boca, tráquea y esófago) se inflama, lo que impide la respiración, algunos de sus síntomas son dolor de garganta y cabeza, así como pérdida
de apetito. También hay escurrimiento nasal y fiebre que se acompaña con dificultad para deglutir líquidos y alimentos.
Por otra parte, la rinofaringitis es causada por el contagio del rinovirus que está en el ambiente o sobre los objetos, por ello al respirar o tocar los artículos se adquiere fácilmente. Los niños más pequeños son los que tienen más infecciones debido a la inmadurez de sus defensas, por ello es importante tener correctas medidas de higiene, de acuerdo con la Asociación Española de Pediatría.
Una de las maneras en que los microbios que causan enfermedades atacan a más personas es en espacios cerrados. Así, la forma en la que los patógenos (especialmente los virus) se mueven a través de los espacios interiores como escuelas, oficinas, hogares y hospitales, se ha convertido en una pieza importante para controlar la propagación de enfermedades infecciosas como la COVID-19.
Y es que los virus se "depositan" en superficies directamente tocadas por una persona infectada con un virus o se asientan en ellas desde el aire. Si alguien toca una superficie que alberga un virus infeccioso y luego se toca la cara (algo que los adultos hacen cada 3-5 minutos), podrían infectarse, refiere un artículo publicado por la American Society for Microbiology.
Para prevenir la propagación de gérmenes en tu hogar, debes desinfectar las superficies que frecuentemente se tocan. "Los virus que causan resfriados y gripe pueden sobrevivir en superficies comunes por más de 40 horas. También, se sabe que en la temporada de otoño e invierno hay un mayor repunte de virus", señala Armando Ruiz, director de marketing de Latinoamérica Norte de Clorox Company. Él recomienda usar productos como las toallitas húmedas, que eliminan el 99.9% de los gérmenes que pueden vivir en superficies duras y no porosas hasta por 48 horas.
"En Clorox contamos con un extenso portafolio de productos que limpian y desinfectan desde aparatos electrónicos como el control remoto, celulares y computadoras; además de cualquier objeto del hogar o la oficina. Nuestro compromiso es que más familias convivan en entornos favorables para su salud, pues estamos convencidos de que la limpieza sí importa", dice Armando Ruiz.
Los CDC de Estados Unidos sugieren las siguientes recomendaciones para protegerte a ti y a los demás de los diversos virus:
- Mantente al día con las vacunas: La mayoría de las personas deben recibir vacuna contra la COVID-19, al igual que las personas mayores de 75 años deben ser vacunadas contra el VSR. Las vacunas te ayudan a preparar tu cuerpo para defenderse de virus y enfermedades graves.
- Prioriza la higiene: Cubre tu tos y estornudos, lava con jabón y desinfecta tus manos con frecuencia para limitar la propagación de gérmenes, esto reduce la posibilidad de infectar tu sistema respiratorio cuando te tocas los ojos, la nariz y la boca. Otra recomendación importante es que limpies y desinfectes regularmente las superficies que comúnmente tocas.
- Si estás enfermo, prevén la propagación: Si tienes síntomas de algún virus como fiebre, fatiga, escalofríos, tos, dolor de cabeza y secreción nasal, entre otros, quédate en casa y toma distancia de las demás personas (incluidas las que viven contigo y que no están enfermas).
- Usa cubrebocas: Portar cubrebocas reduce el riesgo de transmisión de virus respiratorios. Asimismo, la mascarilla también protege a quienes la usan de respirar partículas infecciosas de las personas que les rodean. Para ambos casos, debe usarse correctamente y cubrir completamente la nariz y la boca.