Las mujeres son más propensas a desarrollar miopía, astigmatismo o hipermetropía, conocidos como errores de refracción de la vista. La prevalencia de estas patologías es mayor en personas del sexo femenino y aumenta con la edad y la menopausia, pues el descenso hormonal característico de dicha etapa es un factor directamente relacionado con su aparición y progresión. Se estima que, a nivel mundial, 64% de las mujeres presentan patologías de este tipo.
Si no son tratados oportunamente, los problemas refractivos afectan la calidad de vida de las personas. Se acuerdo con el Consejo Optometría México A. C., se estima que las mujeres integran el 56% de los casos. Su incidencia es alta y conviene permanecer alerta ante ciertas señales que pueden delatar la presencia de estas afecciones, como fatiga ocular, dolor de cabeza o ver líneas borrosas, entre otras.
Adicionalmente, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) informan que en México, nueve de cada 10 mexicanas en etapa de climaterio desarrollan el síndrome del ojo seco, una patología de origen multifactorial que puede provocar desde una irritación ocular leve hasta enrojecimiento, sensación de quemazón, incomodidad, fotofobia y visión borrosa.
"Es importante que cuando las mujeres entren a la etapa de menopausia se realicen chequeos visuales periódicos, ya que no sólo pueden aparecer patologías; inclusive, algunas enfermedades preexistentes podrían agudizarse", comenta la doctora Sharon Ball Burstein, especialista en oftalmología con subespecialidad en cirugía de órbita, párpados y vía lagrimal. "Hay una relación comprobada entre la calidad de la visión y los cambios hormonales que inciden directa o indirectamente en el comportamiento de los ojos y alteran el sentido de la vista".
En México existe un problema en cuanto a la falta de una cultura de salud visual; datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que hay 2 millones 237 mil personas con deficiencias oculares. Expertos del Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana indican que es necesario impulsar el cuidado de los ojos en este grupo poblacional, sobre todo porque las mujeres son más propensas a desarrollar ciertas afecciones y comorbilidades.
Ante este panorama, la oftalmóloga le recomienda a las mujeres y a la población en general que visiten al oftalmólogo al menos una vez al año, toda vez que los chequeos regulares son esenciales para detectar y corregir a tiempo afecciones como la miopía, el astigmatismo y el ojo seco. Además, contribuyen al diagnóstico oportuno de padecimientos asintomáticos que pueden provocar pérdida irreversible de la visión total o parcialmente.
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