Si ya decidiste iniciarte en la aventura del running, toma en cuenta estas recomendaciones para disfrutar y sacar el máximo provecho de tus entrenamientos.
La paciencia brinda frutos; un corredor ansioso sólo puede provocarse lesiones y, en consecuencia, renunciar a la actividad. La paciencia es disciplina, y eso te dará recompensas diarias. Debes tener un plan y seguirlo tanto como sea posible. No te aceleres, literal. Sal unos minutos la primera semana y aumenta el tiempo y la distancia paulatinamente.
No dejes que la emoción te gane. A veces pasa: empiezas muy bien, pero la pereza comenzará a arrastrarte a la cama o al sillón. No importa sin sales sólo unos minutos, lo importante es no saltarte un día de entrenamiento. La disciplina se forma.
Si tienes en mente entrenar para una carrera, debes saber que eso significa dedicación. No puedes correr un maratón si entrenas una vez por semana. Cada distancia tiene su plan, pero necesitas mínimo 8 semanas de entrenamiento y correr por lo menos 3 días cada semana.
Algunos corredores disfrutan sólo los últimos kilómetros, los que ya están cerca de la meta, pero enfócate en disfrutar cada uno de los pasos que das y mantén la mente abierta todo el tiempo. Necesitas estar consiente de lo que haces y cómo lo haces para evitar lesiones, pero sobre todo, para saborear la actividad.
A veces, cuando empiezas lo haces por la motivación de amigos o porque te incribiste a un grupo de corredores. Busca el ritmo en el que la comodidad te permita terminar sin sentir únicamente fatiga. No intentes correr al mismo ritmo que todos. No pasa nada si te quedas atrás, todo es cuestión de trabajar, pero mientras llega ese punto, tómate tu tiempo.
La maratonista y autora Meghan Kita comparte un par de datos sobre por qué correr es bueno para la salud:
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