Los rituales diarios pueden variar de un runner a otro, sin embargo tienen un objetivo en común: prepararse mental y físicamente para dar lo mejor de sí en cada entrenamiento, y a largo plazo en cada una de sus competencias. Así es como lo hacen:
Hay un tiempo y un lugar para todo, y los corredores también tienen una vida en la que hacen muchas cosas que no se relacionan con el running (como todos). De hecho, antes de participar en competencias importantes, es lo último en lo que quieren pensar para evitar darle paso a los nervios.
Willie Milam fue un destacado corredor mientras estuvo en la Universidad de Gonzaga en Washington y en esa época tenía una playlist para animarse la noche antes de una competencia o una sesión difícil. Pero lo que esta lista de reproducción musical hacía era aumentar su adrenalina, y eso impedia que durmiera tranquilo esa noche. "Eventualmente, me di cuenta de que eso es perder tiempo y energía".
Ahora que tiene 25 años y entrena con el proyecto Roots Running en Boulder, Colorado, Milam y sus dos roomates pasan la noche entre series y películas de comedia o misterio, y se olvidan de la carrera y la competencia la noche previa.
Por supuesto, estos corredores no pueden estar completamente en reposo, aunque sí relajados. Muchos combinan sus actividades de ocio con técnicas de recuperación, como Milam y Joanna Thompson. Ambos utilizan sus rodillos de espuma o pelotas de softball para resolver algunas de las molestias leves que no requieran atención médica.
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Natasha LaBeaud y su esposo Marco Anzures corren más de 200 kilómetros cada semana, además de tener trabajos de tiempo completo y un programa sin fines de lucro llamado 2nd Recess, que se enfoca en la atención a niños en San Diego. Entre semana son una dupla perfecta, pero los fines de semana prefieren correr con un poco más de compañía.
Así que Marco pasa muchas tardes de viernes enviando mensajes de texto a otros corredores que conocen en el área de San Diego para coordinar su entrenamiento. Es una gran oportunidad para pasar tiempo con los amigos y ponerse al día de sus vidas.
Además, el entrenamiento en compañía te da una mayor motivación, te alienta a sacar lo mejor de ti en cada zancada y te permite formar subgrupos con personas que corren a tu mismo ritmo, para medirse y retarse, y así hacer más emocionantes y divertidos los entrenamientos.
Es mejor estar preparado y evitar el estrés en la mañana al pensar que olvidas algo o perder el tiempo mientras buscas los calcetines o las llaves. Planifica tu entrenamiento y lo que harás después, por ejemplo, si desayunarás antes de regresar a casa o harás algunos pagos, eso también te ayudará a planificar tu ruta.
El maratonista de élite Luke Puskedra vive en Eugene, Oregon, pero actualmente pasa tiempo en Flagstaff, Arizona, donde entrena a gran altura para el Maratón de Boston. Él asegura que los vientos pueden correr a gran velocidad a primera hora de la mañana, lo que puede ser inconveniente para su entrenamiento, por lo que revisa todas las noches el pronóstico para ver si debe comenzar más temprano o cancelar su entrenamiento.
Diego Estrada, de 27 años, quien corrió el Maratón de Chicago del año pasado en 2:13:56, vive y entrena con constantes cambios climáticos en Flagstaff durante todo el año. Toma la meteorología un poco más en serio cuando planifica los entrenamientos del día siguiente.
No comenzó a tomar café hasta la universidad, pero una vez que lo hizo, Milam encontró que la bebida le ofrece una buena dosis de energía. "En los días de entrenamiento y carrera, me da un extra de energía y me pone alerta", dice. Así que antes de irse a la cama y después de preparar lo que usará durante la carrera, prepara la cafetera.
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Kaitlin Gregg Goodman, de 30 años, es corredora y coach en San Francisco y miembro del Strava Track Club. Kaitlin combina su formación profesional para obtener su maestría en salud pública en la Universidad de Brown y el entrenamiento a corredores a través de la plataforma en línea Training Joyfully. Su mayor desafío en la noche es "desconectar su cerebro" de todos estos esfuerzos.
Para alejarse más fácilmente, se pone tapones para los oídos para evitar distracciones, luego toma varias respiraciones lentas y centradas. Aprendió la técnica del entrenador de psicología deportiva y atleta olímpico irlandés Ro McGettigan, y dice que funciona en la noche y más allá.
Descubrí que unas cuantas respiraciones profundas ayudan a calmar tanto mi cuerpo como mi mente y me preparan para dormir. También uso esta técnica de respiración en el entrenamiento, antes de un gran reto que me provoca estrés, antes de las carreras y ahora en la escuela de posgrado, cuando siento que la ansiedad comienza a afectarme.
Con información de Runner's World