Ya sea que las ames o las odies, no puedes negar que las flexiones son un ejercicio efectivo para la parte superior del cuerpo. Y probablemente ya sabes que puedes modificarlas para que sean un poco más fáciles o para hacerlas aún más desafiantes.
Pero, ¿sabías que puedes hacer diferentes tipos de flexiones para ejercitar áreas específicas de tu cuerpo? Algunos cambios menores pueden modificar totalmente los músculos que se trabajan durante el movimiento.
Así que es tiempo de poner a prueba tu fuerza con estas tres variaciones de lagartijas que puedes integrar en tu próximo entrenamiento:
Lagartija perfecta
- Coloca las manos separadas al ancho de los hombros.
- Coloca los hombros hacia atrás y hacia abajo.
- Mantén tu cuerpo en una línea recta y levanta las caderas.
- Mete el coxis hacia abajo y presiona el ombligo hacia la columna vertebral para activar tus abdominales.
- ¿Qué se trabaja? Pectorales, hombros, tríceps, abdominales, espalda y glúteos.
Lagartija diamante
- Coloca ambas manos al ancho de los hombros.
- Une las puntas de los dedos pulgares y ambas puntas de los dedos índice para formar un diamante con tus manos.
- Apoya las palmas juntas en el suelo y eleva tu cuerpo.
- Mantén tu cuerpo en línea recta y levanta las caderas.
- Controla el movimiento de tus codos hacia atrás y evita abrir demasiado los brazos hacia afuera.
- ¿Qué se trabaja? Pectorales, deltoides (músculo situado en el hombro que tiene la función de levantar el brazo), tríceps, glúteos, abdominales.
Lagartija sobre una silla
- Coloca una silla firme y apoya las palmas de las manos en el piso.
- Sube tus pies a la silla y apoya los dedos pulgares del pie en el asiento.
- Mantén tus manos fuera de la altura de los hombros y haz una flexión lo más abajo posible.
- Esta es una combinación entre una lagartija de manos abiertas y una lagartija con mayor profundidad.
- ¿Qué se trabaja? Deltoides traseros, escápulas, pectoral mayor externo, bíceps, abdominales oblicuos, glúteo mayor, muñecas.