Hay personas en esta vida que nacieron para ser atletas olímpicos y verse bien en un gym, y otras que sencillamente ni por inspiración divina pondrían un pie en uno… jajaja. Yo soy del segundo tipo y aunque una floja de primera, encontré la mejor razón para hacer ejercicio: despedirme del estrés. No, no estoy bromeando: mi doctor me lo recomendó, y descubrí que me sale muchísimo más barato hacer ejercicio que el cóctel de pastillas que ingería para aliviar mi gastritis por estrés.
Por eso y porque siempre te recomiendo lo mejor, aquí van 4 motivos para hacer ejercicio:
- Te sientes bien por dentro y fuera. Hacer ejercicio libera dopamina y serotonina, que te ayudan a generar un estado de felicidad y bienestar; además de que fortalece tus músculos, ayuda a mantener una mejor condición cardiaca (evitará cualquier enfermedad relacionada al corazón) y pulmonar (no tendrás problemas de respiración).
- Puedes hacerla donde sea. Decir que no tienes tiempo es una vil excusa. Hay rutinas de ejercicios tan sencillas que las puedes realizar antes de meterte a bañar, en la oficina o camino a ella. ¿Un ejemplo? Caminar 20 minutos antes de llegar a tu casa.
- Mejora tu salud digestiva. Hacer ejercicio de tipo aeróbico (correr, bicicleta, escaladora, etc.) ayuda a evitar que sufras de tránsito lento.
- Puedes reducir la posibilidad de enfermedades como el cáncer colorectal, entre otras.
Como ves, tiene muchos beneficios. Eso sí, recuerda que si pretendes hacer ejercicio en la mañana tomes un desayuno ligero para mantener tu energía, como un yoghurt con probióticos que, además ayuda tu digestión.