Actualmente, una de las tendencias dominantes con respecto al ejercicio es la realización de intervalos de actividad intensa con breves periodos de descanso, seguidos de más actividad intensa. Dentro de esta tendencia existen varias ramas, desde quienes promueven programas de 7 minutos hasta variedades quizá aún más demandantes como el crossfit, todo se basa en el principio de que 1 minuto de ejercicio intenso tiene los mismos beneficios que 45 de ejercicio moderado.
Sin embargo este tipo de entrenamiento no es atractivo para todos. De hecho, puede ser exactamente lo último que buscarian aquellas personas que llevan mucho tiempo estancados en una vida sedentaria. Ya que ir de un estado de nula actividad física a un entrenamiento muy intenso no sólo podría causar lesiones, también puede parecer demasiado difícil, incómodo o inalcanzable. Por otro lado conforme vamos sumando años, nuestras necesidades cambian y puede ser que al paso del tiempo este tipo de entrenamiento no resulte el más práctico.
Afortunadamente existe una alternativa: caminar. Hace casi una década el Dr. Hiroshi Nose dirigió un equipo de investigadores en Matsumoto, Japón, que se dedicaron a recabar información que les permitiera desarrollar programas de caminata. Ellos sabían que caminar es el ejercicio más práctico y más sencillo, sobretodo para las personas de mediana y tercera edad, pero querían aprender más sobre cómo hacer de esta sencilla práctica algo más eficiente. El estudio, incluyó a un grupo de personas entre 44 y 78 años que debían completar 5 sets de intervalos que alternaran 3 minutos de caminata rápida que requiriera un poco más de esfuerzo, seguidos de 3 minutos de una caminata tranquila y sencilla. Estos sets debían sumar un total de 30 minutos de caminata al día y debía llevarse a cabo 3 veces por semana. Por otro lado, otro grupo de voluntarios , caminaron a un paso moderado y continuo que requiriera un nivel medio de esfuerzo. Después de 5 meses la condición y salud general del grupo moderado mejoró muy poco. Mientras que aquellos que caminaron bajo el programa de intervalos mejoraron su condición aeróbica, fuerza muscular en las piernas y presión sanguínea significativamente.
Luego, los miembros del equipo del doctor Nose realizaron un seguimiento para descubrir qué había pasado con los participantes del primer estudio. Ellos escubrieron que la mayoría de los participantes del programa de intervalos continuaron con él, aún después de haber terminado su participación el estudio y habían conservado las mejoras a su salud. Puede ser que los entrenamientos de intervalos resulten intimidantes para algunos, pero siempre podemos salir a caminar. A diferencia de los gimnasios no requiere subscripción, instalaciones especiales o un equipo sofisticado.
La recomendación del Dr. Shizue Masuki, uno de los principales autores del seguimiento al primer estudio, es sencilla:
“Caminar durante 10 minutos en la mañana, 10 minutos en la tarde y 10 minutos en la noche. Ejercitarse 3 días a la semana es mejor pero si resulta demasiado complicado, hazlo el fin de semana y realiza todos los entrenamientos en 2 días. Hacer esto puede tener un efecto profundo en la regulación fisiológica del organismo”.
Con información de NY Times Blogs