Mantenerse en forma es más sencillo de lo que parece, sin embargo, cuando comenzamos a hacer ejercicio creemos que nuestro cuerpo se transformará mágicamente en poco tiempo y la realidad es que rara vez ocurre así. Cuando nuestra rutina parece no funcionar es probable que sea debido a alguno de los siguientes errores que muchas veces no notamos y están saboteando nuestro esfuerzo:
1. Descuidas tu alimentación
Existe la creencia equivocada de que hacer ejercicio nos “da permiso” de comer en exceso o cosas que no nos nutren. Tu plan de entrenamiento debe incluir una alimentación balanceada, la comida chatarra puede ser el motivo de que no veas resultados en tu rutina.
2. Llevas mucho tiempo con la misma rutina
Si no varias tu plan de entrenamiento es posible que deje de funcionar, seguir la misma rutina por varios meses puede afectar su resultado, lo mejor es variarla constantemente.
3. Has dejado de esforzarte
Muchas veces nos acostumbramos a una rutina de ejercicio y deja de ser un reto, cuando la rutina se vuelve sencilla y la realizamos con poco esfuerzo es hora de aumentar la intensidad.
4. Estás sobre-entrenando
Si estás realizando ejercicio en exceso o más tiempo del que deberías es probable que tu cuerpo se resista al entrenamiento alentando los resultados. Recuerda que el descanso es fundamental dentro de un plan de ejercicios.
Además de la alimentación adecuada, la correcta hidratación es un factor importantísimo para mantener el equilibrio del organismo cuando lo sometemos a periodos de intensa actividad física. ¿Llevas una dieta balanceada y te hidratas lo suficiente cuando te ejercitas?