Antiguamente se prescribían ejercicios a los pacientes. Por ejemplo, el médico indú Súsruta, en el año 600 a. C., indicó que el ejercicio “debería ser practicado todos los días” a la mitad de la capacidad total, es decir, nada demasiado riguroso o puede resultar fatal. En la antigua China se tuvieron ideas similares al respecto: el cirujano Hua Tuo promovió ejercicios basados en los movimientos de ciervos, tigres, osos, grullas y monos, que eventualmente se convirtieron en fundaciones del Shaolin Kung Fu. Al igual que Súsruta, Hua Tuo creía que el ejercicio excesivo estaba ligado a estados de enfermedad. De Hipócrates a los médicos de hoy, el ejercicio ha sido y es ahora ampliamente aceptado como una terapia para la prevención de enfermedades como la diabetes y para la promoción de la salud en general.
Los efectos del ejercicio en nuestro cuerpo son bastante evidentes; sin embargo, un nuevo campo de investigación ha estado estudiando sus efectos en el cerebro. Durante los últimos 12 años, los neurocientíficos han estado reuniendo evidencia de los beneficios del ejercicio en las funciones cerebrales. Para darle un poco de contexto, estas son ideas relativamente nuevas que se derivan del cambio de paradigma en la neurociencia de que el cerebro es moldeado por la experiencia y no es una estructura "fija" con un número definido de células. ¿Alguna vez has escuchado el mito: "naciste con todas las neuronas que alguna vez tendrás?”. Hoy en día, sabemos que no sólo la experiencia forma un cerebro sino que hay nuevas células cerebrales que se producen en áreas específicas todo el tiempo, y la mejor noticia es que el ejercicio regular puede mejorar el nacimiento de nuevas neuronas y ayudarles a vivir más tiempo.
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El ejercicio que hace que sudes ayuda a bajar los niveles de estrés, o sea que puede imitar la función de los antidepresivos. En un estudio se demostró que el ejercicio purga la sangre de una sustancia que se acumula durante el estrés y altera la plasticidad neuronal, protegiendo así al cerebro de los cambios inducidos por el estrés asociados con la depresión. La depresión es un trastorno psiquiátrico común en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 350 millones de personas se ven afectadas por tal padecimiento. Entender este trastorno y desarrollar terapias para aliviar los síntomas es crucial para nuestra salud global. Mientras que la investigación en este campo es relativamente nueva otros aspectos del ejercicio, como el poder de endorfinificación, pintan un cuadro más claro de cómo conseguir que andar en tu bicicleta pueda tener efectos duraderos en tu estado de ánimo y tu salud en general. Evidentemente, el ejercicio mantiene nuestro cerebro en forma tanto como nuestros cuerpos. La gran noticia es que no se necesita mucho para cosechar los beneficios, basto con ejercicio moderado, por ejemplo caminatas rápidas, de 15 o 30 minutos cada día.
Con información de Headspace