Existe una conexión directa entre el sexo y el ejercicio porque cuando te ejercitas el cerebro produce endorfinas que estimulan la liberación de hormonas; éstas reducen el ritmo cardíaco, mejoran la digestión, regulan la presión y relajan el cuerpo.

He aquí seis razones más por las que hacer ejercicio te va a ayudar en ese tema:

1. Refuerzo del sistema cardiovascular
Esto se logra de mejor manera con ejercicios aeróbicos como baile, boot camp o cardio, ya que hacen que incremente el ritmo cardíaco y con ello la circulación de la sangre en todo el cuerpo, llegando a todos los lugares correctos. Además, estar en movimiento constante durante un mínimo de 30 minutos por 4 días o su equivalente hace menos probable que los hombres presenten problemas de disfunción eréctil.

2. Flexibilidad, más opciones para mejorar el acto sexual
Si te ejercitas a diario tu cuerpo se hace más flexible y resistente; por lo tanto, tendrás menos limitaciones en movimientos, lo que se puede reflejar en posturas sexuales nuevas para experimentar con tu pareja.

3. Mayor excitación
Los entrenamientos o clases de fuerza incrementan los niveles de la hormona del crecimiento y ello contribuye en la liberación de testosterona y endorfinas, sustancias naturales del cuerpo que son asociadas con estados de ánimo positivos. Éstas también se liberan durante la actividad sexual y, entre más se experimente su efecto, más fácil será llegar a la excitación.

4. Mejora en el rendimiento de mujeres de más de 40
El ejercicio de alta intensidad –como entrenamientos militares o clases de alto rendimiento como Throwdown o Bondage, así como los sprints– puede ayudar a mujeres de una edad más avanzada a tener un mejor rendimiento durante los actos sexuales y lograr más y mejores orgasmos.

5. Control de la respiración
El desempeño puede incluso depender mucho de la manera en que respiras. Para mejorar este aspecto el yoga es ideal, pues te enseña a controlar la respiración y hacerla de manera larga y profunda.

6. El ejercicio te hace sentir sexy
Ejercitarte sube automáticamente la autoestima y la confianza en uno mismo, y tenemos una mejor percepción de nosotros. Sin duda, esto te ayudará a sentirte cómodo contigo y frente a tu pareja.