A veces necesitas salir de la ciudad, respirar aire más puro, convivir con la vegetación, alejarte del ruido, de los edificios. Entonces te sientes incluso más sano, se te ocurre además algo, una idea, una idea nueva. Estar ahí en medio de árboles y trinos te hace pensar. O bueno, esa es al menos tu percepción. ¿Sabes qué? Tienes razón: la naturaleza sana e inspira. Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en entornos urbanos y, de acuerdo con un informe del Centro de Investigación Pew, el uso de Internet es mucho más alto (en EEUU, dos de cada 10 habitantes matan el tiempo conectados a la red de manera constante). Esta tendencia indica que en el futuro no sólo no saldremos de las ciudades, sino que ni siquiera nos percataremos del entorno, y quizá ni siquiera salgamos de la casa. Mala idea, pésimo panorama.

La periodista Florence Williams, en su nuevo libro, The Nature Fix, muestra una intrincada conexión con el mundo natural y el impacto de éste en la salud, creatividad y felicidad, y expone argumentos contundentes para la incorporación de más espacios verdes en nuestras vidas, con el fin de mejorar el bienestar personal y social. El texto de Williams es sólo una parte de las investigaciones que se han hecho al respecto. Una y otra vez, los científicos están descubriendo que estar en la naturaleza tiene efectos positivos mucho más allá de lo esperado. En la Universidad de Kansas, algunos científicos encontraron que las caminatas en parques, campos o playas, es un gran aliciente para la mejora del estado de ánimo, y que estar en contacto con la naturaleza, inclus en un periodo tan breve como 3 días, genera importantes cambios en nuestra persona, cambios que podrían incrementar hasta en un 50% nuestra creatividad.

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El color verde evoca la naturaleza, la calma, la armonía, y también se relaciona con el bienestar, porque los espacios naturales aumentan nuestro potencial de salud y de buen carácter, según señala un equipo de científicos del Laboratorio de Paisaje y Salud de la Universidad de Illinois en Estados Unidos, en un comunicado. Tras recabar información durante años e investigar la relación naturaleza-salud en diferentes regiones y en distintos segmentos de población, estos investigadores han llegado a la conclusión de que frecuentar zonas verdes, ya sean bosques, jardines e incluso zonas peatonales, hace que la gente sea más saludable y tienda a ser generosa, a confiar en los demás y a mostrar mayor voluntad en ofrecer su ayuda. Otros investigadores analizaron en Inglaterra datos de 40 millones de personas y encontraron que los residentes que vivían en un vecindario con tierras abiertas y subdesarrolladas cercanas tendían a desarrollar menos enfermedades y eran menos propensos a morir antes de los 65 años. Lo más significativo es que este hallazgo no estaba relacionado con los niveles de ingresos, lo que sugiere que los espacios verdes pueden amortiguar el estrés relacionado con la pobreza. Así que ya lo sabes: plantéate salir de la ciudad más a menudo, incluso mudarte; resultará benéfico para tu salud y podrás escribir ese libro que siempre has querido.

E.G.

Con información de Greater Good Magazine