Tener una buena situación financiera es una parte integral del bienestar general. Y es que, aunque se dice mucho que el dinero no da la felicidad, éste sí se ha convertido en una de las principales causas de estrés, en especial ante la situación actual, en la que el mundo enfrenta niveles de inflación que no se veían hace mucho tiempo y un alza generalizada de precios que afecta los bolsillos de la mayoría de las personas.
Y es que, si te detienes a pensarlo, casi todas las decisiones que tomas en la vida son decisiones financieras a final de cuentas, pues absolutamente todos los bienes y servicios que se requieren en la vida cotidiana tienen un costo monetario. Cuando esos gastos no se pueden solventar o se vuelve complicado hacerlo, se convierte en una fuente importante de estrés. Así, no es de extrañar que el dinero esté en el centro de gran parte de nuestro estrés, pero no tiene por qué ser así.
Es necesario empezar a pensar en el bienestar financiero como una especie de medicina preventiva, lo cual implica practicar comportamientos saludables ahora para prevenir enfermedades en el futuro.
Cuando adoptas hábitos como hacer ejercicio, llevar una dieta más balanceada, dormir mejor, etcétera, no sólo te estás preparando para tener una vida más larga y saludable, sino que también comienzas a sentirte mejor en el presente. Lo mismo ocurre con la planificación financiera. Al tener unas finanzas saludables e implementar hábitos para planificar tus gastos, establecer presupuestos y ahorrar, estás creando una base estable para tu situación económica en el futuro.
El bienestar financiero tiene sus raíces en la ciencia de la prosperidad, que tiene que ver con el propósito, el significado y el logro. Es cuando el dinero se convierte en un elemento energizante de nuestras vidas porque pensamos, sentimos y actuamos de manera positiva en torno a él y al usarlo.
1. Emociones positivas en torno al dinero. Se trata de aprender a manejar positivamente tu mentalidad respecto al dinero; eliminar la ansiedad y el estrés para encontrar una sensación de calma y emoción positiva en torno al dinero.
2. Compromiso positivo con el dinero. Muchas personas experimentan miedo, vergüenza o incertidumbre respecto al dinero. Si en lugar de eso, te relacionas con él de manera proactiva y saludable, puedes transformar su papel en tu vida.
3. Una buena relación con el dinero. Todas las relaciones en la vida, incluida la que mantienes con el dinero, requieren trabajo. A medida que avanzas en la vida, tu relación con el dinero evolucionará. Esto es normal y saludable, y debes trabajar continuamente en tu relación con el dinero para asegurarte de mantener emociones positivas y compromiso con él.
4. El significado que le das al dinero en tu vida. Todo esto depende de obtener claridad sobre lo que más te importa, explorar tus creencias y valores, y encontrar formas de hacer que tus decisiones con el dinero sean una expresión de tu verdadero ser.
5. Sentimiento de logro. El verdadero bienestar proviene de un sentimiento de logro o dominio de algo. En este caso, se refiere a lograr el dominio sobre el dinero, tanto sobre cómo piensas y sientes sobre él como sobre las acciones que tomas con él, la forma en que lo usas y administras.
- Hazte el hábito de establecer presupuestos. Muchas veces, el dinero no te rinde porque gastas más de lo que deberías o porque se te va en los llamados “gastos hormiga”, prácticamente sin que te des cuenta de ello. Por eso, hacer un presupuesto te ayuda a comprender a dónde va tu dinero, decidir a dónde quieres que vaya y elegir ser más intencional sobre cómo gastarlo y ahorrarlo.
- Identifica tus malos hábitos en torno al dinero para solucionarlos. Todo el mundo tiene algo que le impide dar el siguiente gran paso con el dinero, problemas o creencias que son lo primero que es necesario resolver para poder tener una relación saludable con el dinero. Para algunos, son las deudas, cuyos intereses no paran de crecer; para otros, es una creencia limitante o poco saludable sobre el dinero; y para algunos más es el hábito del gasto compulsivo o de comprar lo que no se necesita. Si quieres que tu dinero te haga avanzar, tienes que deshacerte de lo que te detiene.
- Establece objetivos y prioridades. La vida te exigirá priorizar tus objetivos y hacer sacrificios para alcanzarlos. Por ejemplo, ¿cómo puedes lograr comprar un coche o una casa, iniciar un negocio o irte de viaje? La respuesta será diferente para todos, pero debes definir qué compensaciones estás dispuesto a hacer para lograr eso que quieres. Lo primero es definir qué de todo lo que quieres es más importante y necesario para ti. Por ejemplo, si tener tu propia casa es tu prioridad, podrías considerar un departamento si la casa sale de tu presupuesto, prescindir del coche un tiempo o comprar uno usado, irte de viaje a un destino cercano para gastar menos y, en general, ahorrar y recortar gastos en todo lo que sea posible. Ten presente que con esfuerzo y visión es posible lograr todo lo que te propones, pero no todo al mismo tiempo.
Cuando el bienestar financiero se integra en todos los aspectos de tu vida, el dinero deja de ser una herramienta que te ayuda a sobrevivir para convertirse en una herramienta que te ayuda a prosperar. Cuanto antes aprendas a tener una relación más positiva con tus finanzas, antes lo lograrás.
Imagen de Freepik