De todas las tareas del hogar, lavar los trastes es la que más estragos causa en las manos: el agua en las uñas puede hacer que se expandan y contraigan, lo que las puede volver quebradizas y débiles con el tiempo; y la temperatura del agua caliente, si bien es perfecta para quitar la grasa, puede despojar a la piel de sus aceites y lípidos naturales.
Además, los jabones para trastes resecan la piel. Esto se debe a que muchos de ellos, incluso los más naturales, están hechos con ingredientes secantes, como vinagre y limón, que pueden provocar manos agrietadas y escamosas. En ese caso, es recomendable utilizar guantes.
Pero, ¿por qué sólo proteger tus manos de los agresores potenciales, cuando puedes hidratarlas al mismo tiempo? Este pequeño consejo también ayuda a fortalecer tus uñas, así que es hora de ponerlo en práctica. Hacerlo será como aplicar una mascarilla para manos mientras lavas los platos.
Antes de ponerte los guantes, puedes untarte algún aceite orgánico (incluso el de cocina sirve) sin refinar, como el aceite de oliva extravirgen, que contiene una alta dosis de vitamina E; aceite de coco, que puede ayudar a tu piel a estimular la producción de colágeno, así como a mejorar los niveles de humedad y la función de barrera protectora; aceite de aguacate, que contiene ácido oleico y grasas monoinsaturadas; y aceite de almendras, que es antinflamatorio y puede ayudar a prevenir el daño estructural generado por la radiación ultravioleta.
Los aceites no sólo proporcionan lípidos y antioxidantes que suavizan la piel, sino que el agua humeante y jabonosa lleva esta minimascarilla un paso más allá: el vapor aumenta la permeabilidad de la piel, lo que puede ayudar a que estos aceites saludables penetren profundamente en los poros para tener una piel suave. Después de lavar y secar todos los platos, quítate los guantes y frota el exceso de aceite; tus manos se sentirán suaves al tacto.
El principio de este sencillo truco también lo usan los estilistas antes de aplicar mascarillas o peelings, e igual con mascarillas para el cabello, por lo que utilizan después gorros de ducha para que los acondicionadores hagan bien su trabajo.
Con información de mindbodygreen
Fotografía de portada: Unsplash