Las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat, etc., se han vuelto no sólo parte del día a día sino del minuto a minuto de nuestras vidas. No cabe duda de sus beneficios y la utilidad que tienen, pero también es bueno voltear a mirar todo aquello que posiblemente hemos dejado atrás por preferir dedicar nuestro tiempo libre (y muchas veces no tan libre) a simplemente scrollear por las redes sociales.
Independientemente del tiempo que pases en ellas, nunca estará de más tener períodos de desconexión cada cierto tiempo, con el fin de recordar y fomentar las actividades que te mantienen conectado de manera real a tus amigos y familiares, además de recordar que tú también mereces tiempos de introspección y reflexión en solitario para poner en orden tus emociones e ideas.
Existen diferentes técnicas y rutinas para despegarte un poco del celular y la computadora. La mayoría de ellas tiene que ver con horarios y momentos específicos donde te desconectarás, y en todos lo más importante es la disciplina y fuerza de voluntad para poder llevarlos a cabo. Sin embargo, también hay otros métodos un poco más “extremos” que radican en un alejamiento total de las redes sociales, tal y como si se tratara de una desintoxicación, porque a veces pareciera que eso es lo que nos hace falta: una desconexión absoluta por algunos días para volver a poner los pies sobre la tierra y redescubrir lo verdaderamente importante: las relaciones humanas de persona a persona.
¿Te imaginas, por ejemplo, pasar 7 días alejado de toda red social? ¿Qué sucedería y qué cambios podrías notar? Aquí te compartimos el resumen de varias experiencias de gente que decidió darse 1 semana de “desintoxicación” de redes sociales cuando ya comenzaban a convertirse en una adicción que les causaba conflictos en la vida cotidiana:
Día 1
Lo más importante es la meditación. Tener conciencia de que durante casi 1 semana no abrirás ninguna de tus redes sociales puede generarte ansiedad, así que la mejor manera de combatirla es dedicar la primera hora de la mañana a una rutina de meditación y respiración donde asimiles que has tomado la decisión buscando un beneficio. Combate la ansiedad de no estar conectado por medio de una caminata, o en el último de los casos, mediante un par de llamadas telefónicas con quien necesites comunicarte sí o sí.
Día 2
Para este segundo día quizá no haya desaparecido la ansiedad, pero notarás que habrá bajado considerablemente. Si en el primer día lo importante era permanecer tranquilo, el segundo se tratará de mantener la disciplina y hacerse consciente de ella. Podemos tener el smartphone en nuestras manos y respirar con tranquilidad y firmeza, sabiendo que no abriremos ninguna de las aplicaciones durante otros 3 días. Nada malo sucederá, créelo. Sustituye tu necesidad de distracción con un libro y tu necesidad de hacer algo con las manos con un cubo Rubik o cualquier otro juego desestresante. Para este día, seguro varias personas habrán notado tu ausencia en redes y comenzarán a buscarte por otros medios. Hazles una visita.
Día 3
Ya estás a la mitad del proceso. Es probable que ahora incluso olvides mirar el celular automáticamente. Los beneficios comienzan a notarse, pues tu ansiedad habrá desaparecido y tus ánimos de distraerte con actividades sociales o creativas estarán al máximo. Escuchar música te ayudará siempre a mantener el buen humor, así que dedícale mucho tiempo. Todos tus contactos cercanos sabrán de tu cometido y seguro ya te habrán pedido salir por un café o a pasear, y eso puede ocupar gran parte del resto de la semana e incluso de las subsecuentes.
Día 4
En este punto podemos declarar que tu necesidad de redes sociales ha desaparecido. 4 días son suficientes para darte cuenta de que siempre habías podido vivir sin ellas. Tu felicidad será notoria e, incluso, la tentación por abrir cualquiera de ellas se habrá diluido. Hasta podría parecerte innecesario, un capricho nada más. Tu “necesidad” de revisar los perfiles de tus amigos habrá sido sustituida por la necesidad de hablar directamente con ellos.
Día 5-7
En estos días finales a tu semana de “desintoxicación”, tus pensamientos al respecto serán similares: podrás ver con nuevos ojos lo que significa ser parte de cada una de tus redes sociales y cuestionarte, y a pesar de todos los beneficios que dan, sabrás que de igual modo quitan tiempo irrecuperable para realizar otras actividades necesarias, abstrayéndote muchas veces de lo más importante. Una vez que cumples con el ciclo de 1 semana, si decides volver a las redes será de una manera mucho más consciente y reflexiva y te aseguramos que incluso su aprovechamiento será mejor, ya que no servirán para absorber tu tiempo sino para lo que realmente fueron creadas: conectarte con las personas cuando están lejos.