En las últimas semanas, los semáforos epidemiológicos de gran parte de México han cambiado a verde, lo cual significa que un mayor número de actividades presenciales vuelven a operar con la normalidad que permite la pandemia que, no hay que olvidar, aún está presente.
Una de dichas actividades son las clases presenciales. En el país, las clases se han retomado durante las semanas recientes en los estados de Chiapas, Veracruz, Tamaulipas, Nayarit, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Hidalgo, Zacatecas, Tabasco y Guerrero. Y, en las últimas dos semanas a la lista se sumaron tras la vacunación de los docentes en estas entidades.
Sin embargo, el regreso a clases presenciales no es obligatorio, sino voluntario, debido a que la pandemia no se ha erradicado y, aunque menos que en la etapa más crítica que se dio entre fin e inicio de año, todavía se registran un número considerable de contagios.
De esta manera, los padres pueden decidir si envían o no a sus hijos a la escuela, y ya que las opiniones están divididas, ahora los docentes deberán enfrentar un nuevo reto al tener que atender tanto a los alumnos que vayan a la escuela como a aquellos que hayan decidido continuar con la educación remota.
De acuerdo con Vivian Cazadero, líder de Learning en BEDU (plataforma de educación en línea), uno de los retos más grandes para los profesores será el de lograr mantener la atención plena de los alumnos, tanto los que están en las aulas como los que toman clase a distancia.
Para ello, los docentes tendrán que recurrir tanto a la tecnología, como a su creatividad, a la aplicación de diversas técnicas de enseñanza, así como a la adaptación de las herramientas que tengan a su alcance para lograr captar la atención de todo el alumnado, y también para hacer que los estudiantes sean responsables y partícipes de su proceso de aprendizaje.
En opinión de Vivian, a lo largo del último año, los docentes han desarrollado una admirable e impresionante capacidad de adaptación, de modo que ahora podrán poner en práctica los aprendizajes que han obtenido de las clases en línea y combinarlo con su experiencia de toda la vida en las clases presenciales.
Al respecto, la especialista comenta que:
En las clases presenciales, los docentes crean un ambiente de aprendizaje en el aula; ahora, al estar al mismo tiempo en una clase virtual, es necesario hacer uso de las herramientas tecnológicas y de la educación colaborativa para involucrar a los alumnos remotos y hacerlos parte de la dinámica de la clase.
Pueden por ejemplo, establecer sesiones de preguntas, voltear a la cámara para mantener la atención, o nombrar a uno de los estudiantes como moderador de la clase para que interactúe con los alumnos presenciales y en línea.
Vivian da las siguientes recomendaciones para tener clases más dinámicas e interactivas, mantener la atención y lograr la participación de ambos grupos de alumnos: presenciales y remotos.
Finalmente, Vivian comenta que BEDU ofrece cursos y capacitaciones que pueden ayudar a los docentes para implementar herramientas y técnicas que les ayuden a mejorar el proceso de enseñanza en esta nueva modalidad y, con ello, también mejorar el aprendizaje de los alumnos.
Tanto los profesores como los profesionales de prácticamente cualquier área, pueden visitar la página de BEDU para revisar su oferta en cursos y capacitaciones, que pueden ayudar a tener un mejor desempeño laboral en estos tiempos en los que la tecnología se ha vuelto indispensable para las actividades a distancia e híbridas.