¿Sabes cuál es tu propósito? Muchas veces éste no se refiere a tu ocupación o profesión, sino que es algo más grande y profundo: es eso que le da sentido a tu vida, lo que más amas hacer y lo que te motiva a salir de la cama cada mañana para dar lo mejor de ti en ello.

Hay personas que desde muy jóvenes tienen claro cuál es su propósito pero para muchas otras, descubrirlo implica todo un proceso de autoconocimiento, introspección y reflexión.

¿Cómo encuentras tu propósito?

El primer paso es saber cuál es tu pasión; piensa qué es eso que podrías hacer, no por compromiso ni por dinero (aunque sería fabuloso que te pagaran por ello), sino porque es algo que realmente disfrutas y amas, como para hacerlo sólo por el gusto, porque te llena y te da satisfacción. 

Si tienes problemas para identificar tu pasión, simplemente recuerda las cosas que siempre hiciste o soñabas hacer cuando eras niño. Si amabas colorear y dibujar, quizás tu pasión esté en el arte; si siempre te atrajeron los animales, puede que tu pasión esté en la veterinaria, la etología o el rescate de animales.

Una vez que tienes bien identificada tu pasión, lo que sigue es encontrar cómo eso que te apasiona puede llenarte de satisfacción y autorrealización, darte ingresos y ayudar al mundo o a los demás; ahí es donde está tu propósito.

Además, no basta con encontrar tu pasión para llegar a tu propósito, sino que además requieres de disciplina para llevarla a cabo todos los días, constancia para mejorar cada vez más en su práctica y decisión para convertirla en el timón de tu vida.

Cuando por fin tu propósito sea el eje de tu vida, nada podrá impedirte aprovechar y disfrutar al máximo cada uno de tus días, porque estarás haciendo lo que más amas, podrás ayudar con ello a los demás y por si eso fuera poco, podrás vivir de ello.

Cómo alinearte con tu propósito cada día

Todo lo que necesitas es tomarte unos minutos cada mañana para alinearte con tu propósito, y los siguientes pasos te pueden ayudar a hacerlo.

Medita en tu propósito. ¿A quién ayudarás con lo que te apasiona? ¿Cómo les ayudarás? Está bien empezar en términos genéricos. Pero cuanta más claridad tengas sobre exactamente a quién quieres ayudar y cómo lo harás, más energía tendrás para afrontar tu día.

Pide lo que necesitas para vivir ese propósito. Pídele a Dios, al universo o cualquier poder superior en el que creas lo que necesites para vivir plenamente tu propósito cada día: sea confianza, coraje, humildad, sabiduría, verdad, gratitud, bondad, valor, paciencia, disciplina, decisión, resiliencia, etcétera.

Visualiza tu propósito. Imagínate cómo se ve y se siente lograr eso que anhelas, siente como si ya hubieras logrado el impacto que deseas generar en las personas a las que deseas ayudar. Mira sus caras sonrientes, siente su gratitud, siente la confianza y el orgullo que te llenan, y visualiza todos los beneficios que acompañan a tu éxito en ayudar a otros: la seguridad financiera, la satisfacción laboral, los nuevos lugares que podrá ver y explorar, etcétera.

Planifica en función de tu propósito. Nadie más te hará vivir tu propósito, ni lo vivirá en tu lugar; así que tienes que hacerlo tú mismo. Y para vivirlo, tienes que planificarlo. Eso significa tomar una hoja en blanco todas las mañanas y elegir las 5 a 10 actividades de ese día que te mantendrán firmemente en tu propósito, como estudiar, leer, practicar, recibir una sesión de entrenamiento, inscribirte a un curso, mantenerte actualizado, etcétera. Sé específico y preciso en esa lista; no importa que pongas cosas sencillas, pues mientras te ayuden a alinearte con tu propósito, son valiosas e importantes.

Esfuérzate, da lo mejor de ti y siéntete orgulloso por ello. Una cosa es hacer algo sólo porque sí o por obligación; y otra es disfrutar del proceso, hacerlo bien, con intención, empeño y dedicación. En este segundo caso, el resultado es algo que te enorgullece, porque es reflejo de tu esfuerzo y está conectado con tu propósito. Así que no esperes a que los demás valoren tu trabajo y aplaudan tu esfuerzo, empieza por hacerlo tú, felicítate cada vez que hagas algo bien o logres mejorar, date permiso de sentirte orgulloso de ti y celebra esos pequeños logros.

Con estos cinco pasos podrás mantenerte en línea y en contacto con tu propósito; esto te dará una mayor claridad sobre lo que debes hacer cada día para navegar de acuerdo con él y así lograrás tener alegría y satisfacción, así como experimentar el progreso y el crecimiento en lo que amas.

Y tú, ¿ya conoces tu propósito y vives de acuerdo con él? Te invitamos a compartir tus experiencias en los comentarios.

Foto de potada: Canva