Este 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, es un buen momento para reflexionar qué entendemos por indígenas y por qué es tan importante aprender a respetar sus derechos.
En principio, el término indígena se utiliza para nombrar a cualquier persona que es originaria del lugar en donde vive, es decir, que nació ahí y comparte la cultura y las tradiciones de ese lugar. Y no sólo las comparte; también las transmite, por lo que ayuda a que permanezcan vivas. Existen indígenas en todas partes del mundo y conforman más de 5 mil grupos diferentes que hablan cerca de 7 mil lenguas. Es decir, los pueblos indígenas son mantienen vivas la riqueza cultural y las tradiciones más antiguas e importantes del mundo.
Se aplica la palabra indígena a toda persona perteneciente a una etnia o pueblo originario, esto es, a organizaciones sociales, políticas y culturales anteriores al Estado moderno y cuyos usos, costumbres y tradiciones deben ser respetados por el mismo. Sin embargo, indígena no es una categoría étnica, porque, como ya mencionamos, no se connota ninguna diferencia "racial" sino política, pues se refiere a personas cuyo modo de organización es anterior al actual. Por eso, en el caso de nuestro país, todos las personas nahuas son indígenas pero no todos los indígenas de nuestro país son nahuas. Sus lenguas, costumbres, tradiciones y rasgos son muy distintos entre sí, y englobarlos a todos en una sola categoría ocasiona que perdamos de vista la riqueza y particularidad de cada pueblo.
Sólo al comprender lo anterior será posible valorar y respetar la diversidad de los pueblos originarios, sí como herederos culturales, pero sobre todo, como seres humanos con derechos universales e inalienables.
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