En una cultura obsesionada con intentar controlar la vida, es normal sentirse temeroso de la incertidumbre. Si eres de los que trata de anticiparse a todo aquello que podría salir mal y haces todo lo que está en tu poder para protegerte de un desastre inevitable, utilizas el miedo como forma de protección. La buena noticia es que no necesitas que te proteja, porque tienes intuición.
Como el optimismo y el valor, ese poderoso y confiable compás que te guía y te relaja a través de las decisiones de tu vida puede ser cultivado. Aplica los siguientes consejos para subirle el volumen a tu voz interior:
Medita
Los mensajes de tu intuición tienden a ser sutiles, así que pasar tiempo en silencio contigo mismo puede ayudarte a escucharlos e interpretarlos.
Presta atención a tus sueños
Cuando la mente cognitiva está ocupada, puede anular la parte subconsciente del cerebro; es decir, la fuente de la intuición. Pero cuando duermes, tu mente cognitiva descansa y le da espacio la mente subconsciente para enviar señales.
Sé creativo
Embarcarte en actividades como dibujar o la escritura automática también ayuda a silenciar la mente cognitiva y dar paso al flujo de la intuición.
Pon a prueba tus corazonadas
¿Sientes que va a llover mañana? ¿Te gusta un número para comprar lotería? Escribe todos los pensamientos que tengan tintes premonitorios y luego comprueba si eran correctos.
Deja que tu cuerpo hable
La intuición también se comunica a través del cuerpo. Si tienes una sensación física extraña cuando tratas de tomar una decisión, ponle atención. ¿Te sientes ligero o pesado?, ¿tranquilo o estresado? Algo tan común como un dolor de cabeza puede ser la señal de que te conviene cambiar el rumbo.
Escapa de tu rutina cotidiana
Cuando estás demasiado ocupado, es difícil estar atento a lo que dice tu voz interior. Baja el ritmo, pasa el día en un ambiente nuevo sin ningún plan y observa cómo fluye tu compás interno.
Pasa tiempo en la naturaleza
Estar en el mundo natural, lejos de la tecnología y demás tentaciones de la mente cognitiva puede ayudar a abrir el canal de la intuición primitiva que el ser humano solía tener cuando vivía entre los elementos y los depredadores.
Aprende del pasado
Recuerda alguna experiencia negativa y pregúntate si sentiste un nudo en el estómago al tomar la decisión que te llevó a ella. Mientras más detalles evoques, más te podrás poner en contacto con tu yo intuitivo. La próxima vez, seguro que le haces caso.
Siente, no pienses
La mente piensa y siempre habla como un remolino. La intuición, en cambio, siente. Cuando no estás seguro de si escuchas a tu mente temerosa o a tu intuición confiable, observa si en ese preciso momento piensas o sientes.
Con información de The Chopra Center