¿Te das cuenta de que el cuerpo humano es la obra de arte más maravillosa que existe? La mayoría de la gente no se detiene a reflexionar sobre esto y simplemente lo da por hecho, sin valorarlo. Tal vez sea tu caso, si te has sorprendido a ti mismo con quejas acerca del tamaño de tus muslos o el diámetro de tu cintura. Sin importar el aspecto de tu cuerpo, siempre habrá cosas que te gusten más y cosas que no te gusten. A lo mejor no te gusta tu pelo pero te gustan tus ojos, o no te gusta la forma de tu boca pero te gusta tu nariz.
Una razón bastante común detrás de este rechazo hacia tu propio cuerpo es que te comparas con una especie de fantasía de cómo piensas que “deberías” verte, en gran parte gracias a lo que ves en revistas o en la televisión. Pero, ¿y si en lugar de criticar tu cuerpo te preguntaras cómo puedes mostrarle gratitud? ¿Te ha dado hijos? ¿Te ha permitido visitar lugares increíbles? ¿De tu boca han salido palabras de sabiduría que han inspirado a otros? Sé consciente de que los aspectos de tu cuerpo que no son de tu agrado te sirven igual que aquellos de los que estás orgulloso.
No tienes que convertirte en un activista del movimiento “body positive” para comenzar a apreciar tu cuerpo de la forma más sencilla. Existen miles de razones para estar profundamente agradecido y empezar a sanar tu relación con él. Por ejemplo:
Es tu hogar
Es el primer y el último sitio donde vas a vivir. Cada noche te vas a la cama con él, y te despiertas igual. Tu deber es cuidarlo, limpiarlo y honrarlo.
Te permite hacer lo que más te gusta
Con tus manos puedes escribir, gracias a tus ojos puedes ver y con tus brazos eres capaz de abrazar. Todo esto facilita que lleves a cabo tus pasiones en esta vida.
Sana por sí mismo
Observa cómo tu cuerpo se recupera enfermedad tras enfermedad, cuando se corta cicatriza y cuando sufres un impacto emocional se encarga de liberarlo. La autosanación es el estado natural del ser.
Es único
No hay ninguno exactamente igual y jamás se repetirá. Cada célula y cada tejido es una singularidad cósmica.
Te ama (aun cuando tú no lo hagas)
Te avisará que tienes hambre aunque no quieras comer. Te hará llorar cuando tu orgullo no quiera mostrar tus emociones. Te hará saber que estás enamorado, a pesar de que lo quieras negar. Tu cuerpo siempre te amará incondicionalmente, incluso si tú no lo amas (como deberías).
Reconoce tu belleza y deja de compararte con otros. ¡Brilla con tu propia luz!