Todas las personas tienen un pasado que incluye decisiones, lugares, personas, dolor, alegría y muchas otras cosas. No importa si fueron buenas o malas elecciones, pues cada una de ellas te han traído a donde te encuentras aquí y ahora. La vida es una larga cadena de decisiones interconectadas.

Reflexionar sobre ciertos aspectos en cada etapa de la vida es importante para evaluar tu grado de satisfacción con tus logros, las áreas donde puedes trabajar un poco más para ser feliz y las situaciones que necesitas reajustar o cambiar de dirección por completo.

A los 25…                            

Es probable que vivas solo, compartas gastos con tus roomies y trabajes en más de un lugar para poder darte gustos como salidas o viajes. Puede que aún no encuentres tu verdadera vocación y que no estés 100% del rumbo que tomará tu vida.

• Trabajo: ¿Por qué tengo este empleo? ¿Me da lo que necesito para conseguir mis metas? Si pudiera tener otro trabajo ahora mismo, ¿cuál sería?

• Relaciones: ¿Mis amigos y mi pareja me hacen sentir mejor o peor conmigo mismo? Si la respuesta es "peor", ¿estoy dispuesto a buscar nuevas relaciones que me llenen y me valoren como merezco?

• Salud: ¿Qué tanto me cuido? ¿Podrían mis elecciones del presente perjudicarme en el futuro? ¿Mi estilo de vida será bueno a largo plazo para mi cuerpo, mi mente y mis emociones?

A los 30…

Puede que hayas empezado en un nuevo trabajo (o varios), tengas o hayas tenido una relación estable, vivas en otra ciudad o hayas cambiado tus hábitos alimenticios, círculo de amigos y hasta tu filosofía de la vida. Es una época de muchos cambios.

• Trabajo: ¿Me emociona en este momento de la vida? ¿Me da la libertad para explorar mi creatividad? ¿Me siento motivado?

• Relaciones: Si tienes pareja: ¿Es la persona con quien deseo celebrar mis logros y llorar mis tristezas? Si estás soltero: ¿Qué más quiero de la vida mientras estoy sin pareja? Si tienes hijos: ¿Me doy tiempo para sanar y explorar mis necesidades mientras soy padre o madre?

• Salud: ¿Qué partes de mi cuerpo y mi mente se expresan? ¿Dónde no escucho y me resisto a mi propia sabiduría e intuición? Los 30 son un momento ideal para conocerte mejor, ya sea por medio de la meditación, la terapia o cualquier cosa que te conecte con tus heridas del pasado y te ayude a sanar.

A los 35…

Ya estás más cómodo en tu propia piel. Es probable que te sientas más cerca de alcanzar los anhelos más profundos y verdaderos de tu corazón. Le das menos importancia y tiempo a las relaciones que no te aportan cosas positivas. Puede que sigas con los cambios de empleo y de relaciones, pero te sientes empoderado.

• Trabajo: Si tuviera la certeza de que no puedo fracasar, ¿qué otras opciones laborales exploraría en este momento? ¿Estoy rodeado de colegas que me motivan y me apoyan? ¿Qué puedo hacer para guiar a mis compañeros más jóvenes?

• Relaciones: ¿Me rodeo de gente que me inspira, me apoya, me reta y me ama incondicionalmente? ¿Me siento querido y aceptado por las personas importantes en mi vida? ¿Qué puedo hacer para sentirme diferente?

• Salud: ¿Qué necesito ahora mismo para el bienestar de mi cuerpo y mi salud? ¿Qué calidad de energía considero que tengo?

A los 40…

Tu vida, tu cuerpo y tus pensamientos han cambiado bastante en los últimos 15 años. Estás en el momento perfecto para saborear todas las mieles de vida sin necesidad de justificarte con nadie.

• Trabajo: ¿Qué más quiero compartir con el mundo? ¿Hay algo que no disfrute de mi vida laboral? ¿Cómo puedo cambiarlo?

• Relaciones: ¿Qué tan amorosas y conscientes son mis relaciones? ¿Le doy tiempo a las personas importantes para mí? ¿Qué me gustaría celebrar este año al lado de los que amo?

• Salud: ¿Me doy el espacio para comer saludable? ¿Hago tiempo para mover mi cuerpo intuitivamente? ¿Qué necesita mi cuerpo de mí?

Sin importar tu edad, no hay respuestas correctas o incorrectas a ninguna de estas preguntas. Lo importante es hacerlas, y dejar que las respuestas vengan a ti.

Con información de Well and Good