La energía divina femenina y masculina están presentes en todo lo que existe en el Universo, incluidas las personas, de modo que todos llevamos ambas energías en nuestro interior, sin importar nuestro sexo o género. 

La energía de lo femenino encarna al cuidador, al sanador, al pacificador compasivo, mientras que la energía masculina se enfoca en la productividad, en hacer y lograr. Divino femenino y divino masculino no pueden existir el uno sin el otro; ambas energías son complementarias y forman parte del equilibrio y la armonía en todo lo que existe; son como el yin y el yang en el Universo y en todo lo que posee vida. 

En diversas tradiciones espirituales y culturales, lo divino femenino se considera fuente de inspiración y sabiduría, y suele asociarse a diosas o deidades femeninas, como Shakti en el hinduismo, Venus en la mitología romana, Afrodita en la cultura griega o Freyja en la tradición nórdica. En cada una de dichas culturas y tradiciones, el culto a lo divino femenino estaba vinculado a prácticas como la meditación, la oración y los rituales, y se utilizaba como medio para promover la curación, el crecimiento personal y el desarrollo espiritual.

En el mundo actual, el concepto de energía divina femenina ha ganado cada vez más relevancia, sobre todo como respuesta a las estructuras patriarcales –tanto en la religión, como en la cultura y la política– y los desequilibrios presentes en muchas sociedades, pues al reconectar con lo divino femenino, todas las personas pueden cultivar un mayor equilibrio y armonía en sus vidas, relaciones y comunidades, así como contribuir a recuperar el equilibrio del entorno, para construir un mundo más armonioso, pacífico, equitativo y justo.

Cualidades del divino femenino

La energía femenina es compasiva, amorosa y solidaria, pero también se vuelve fuerte y poderosa cuando es necesario. Al honrar lo sagrado femenino podemos conectar con cualidades espirituales como la receptividad, la paciencia, la capacidad de escuchar y el cuidado tanto propio como de los demás y del entorno.

Algunas de las principales cualidades del divino femenino son:

- Intuición
- Sabiduría
- Sanación
- Fertilidad
- Enfoque en el corazón
- Compasión
- Aceptación
- Indulgencia
- Colaboración
- Capacidad de reflexión
- Creatividad
- Sensualidad
- Amabilidad

Formas de conectar con la energía divina femenina

Vivimos en gran medida en una sociedad orientada a la acción, que tiende a desviarse más hacia el territorio de lo masculino, muy enfocado en la productividad. En este sentido, conectar con el divino femenino se trata de reducir la velocidad para entrar en un estado de verdadera presencia en el momento presente, para así priorizar el SER, en lugar de enfocarse sólo en hacer. También se trata de encarnar las cualidades antes mencionadas, como la compasión y la intuición.

Las siguientes prácticas te pueden ayudar a conectar con la energía femenina que habita dentro de ti para hacerla parte de tu vida diaria, recuperar la armonía y el equilibrio, y así vivir más plena y libremente:

1. Medita. La meditación es una herramienta poderosa para conectar con la energía espiritual femenina, ya que te permite reconocer tu verdadera esencia y llegar a lo más profundo de tu ser para descubrir tu yo más puro. Dedica tiempo a meditar y a conectar con tu ser interior, y permite que tus pensamientos fluyan libremente, sin juzgarlos.

2. Practica yoga. Te puede ayudar a conectar con tu cuerpo, mente y emociones, así como a equilibrar tu energía. Practica yoga regularmente y experimenta con diferentes asanas que te ayuden a conectar con tu energía espiritual femenina, como la postura de la Diosa o Utkata Konasana (imagen de la derecha) y la Guirnalda o Malasana (imagen de la izquierda).

3. Date tiempo para el descanso. En una sociedad donde está sobrevalorado el estar siempre ocupados, se fomenta la mentalidad de ser productivos para hacer más y más, por lo que el descanso se percibe como un lujo y el no hacer es mal visto. Conectar con la energía femenina te permite encontrar un equilibrio para hacer pausas, darte tiempo de descanso y permitirte simplemente ser, sin hacer nada. 

4. Abraza tu sensualidad. Este concepto no debe confundirse con la sexualidad, pues aunque la sensualidad tiene que ver con el placer físico, no necesariamente tiene un componente sexual. La sensualidad se refiere más a percibir y disfrutar el mundo en verdadera presencia, a través de todos tus sentidos, prestando atención no sólo a lo que ves, sino también a las texturas, sabores, aromas y sonidos que existen en todo lo que te rodea y en cada momento que experimentas.

5. Dedícate tiempo y conecta contigo. Todos necesitamos tener tiempo para reconectar con nosotros mismos, por lo que es importante que cada día hagas una pausa y te regales un momento para reconectar con tu yo interior, ya sea al meditar, tomar una siesta, hacer ejercicio o realizar cualquier actividad que te genere alegría, bienestar y paz interior. Escribir un diario también es una buena manera de dedicarte tiempo y reflexionar para conectar con tu esencia interior.

6. Escucha a tu cuerpo. Toma tiempo para conectar con tu cuerpo y presta atención a tus necesidades físicas, emocionales y espirituales. Practica la escucha activa y aprende a identificar tus sentimientos y emociones.

7. Practica el amor propio. La forma definitiva de abrazar lo divino femenino es practicar el amor propio, lo cual se logra al aprender a amarte tal y como eres, no como crees que deberías ser o como los demás opinan que deberías ser. Uno de los mayores componentes del amor propio es la autocompasión, por lo que debes procurar tratarte con respeto, amor y amabilidad, tal y como lo harías con las personas que más quieres. 

8. Conecta con tu intuición. Aprende a escuchar tu voz interior, al dirigirte hacia la esencia de tu verdadero yo, antes de salir a buscar información u opiniones en otras personas o en el mundo exterior. Date tiempo y espacio para estar en silencio contigo, conecta con tu corazón y escucha intuitivamente lo que verdaderamente quieres o lo que dentro de ti ya sabes que es mejor para ti. 

9. Pasa tiempo en la naturaleza. El Sagrado Femenino es la energía de la diosa que existe dentro de todo y su fuente primordial es la Madre Tierra. Por ello, es necesario conectar con la naturaleza, pasar tiempo al aire libre, caminar descalzos, tomar baños en ríos o mares, y realizar otras actividades que nos permitan estar en contacto con la Tierra, para así vincularnos también con nuestra propia energía femenina.

10. Participa en actividades y rituales que enaltezcan la energía femenina y fortalezcan la hermandad entre mujeres. Los rituales te pueden ayudar a conectar con tu energía femenina, como por ejemplo celebrar los ciclos lunares; y también es importante que te involucres en actividades que celebren la energía espiritual femenina, que promuevan y fortalezcan la hermandad entre mujeres, como los círculos de mujeres y los retiros enfocados en mujeres.

Si te interesa participar en un retiro enfocado en el despertar y el empoderamiento de la energía femenina, te recomendamos The Awaken Feminine Intensive, un retiro especial para mujeres que se imparte en Shambalanté, un centro de retiros ubicado en un espacio de tierra sagrada, en medio de la selva yucateca, donde los mayas dejaron un poderoso legado energético de sanación. Encuentra toda la información en este enlace.

Recuerda que cada persona es única y que el camino para conectarte con la energía femenina puede ser diferente para cada uno. Tómate el tiempo necesario para explorar y descubrir qué prácticas y actividades te hacen sentir una conexión más profunda con el Sagrado femenino que habita en ti.