Existen momentos en la vida en los que te sientes confundido, aturdido, lleno de miedos o ansiedad, parece que no sabes a dónde vas y te paralizas. No obstante, si aprendes a ver las cosas con otra perspectiva, podrás comprender que tal vez así deben ser las cosas, que lo que vives en tu presente pasa por algo y simplemente debes aprender de ello. 

La filosofía hindú dice esto: la espiritualidad va más allá de lo material y lo terrenal. No es una religión ni una doctrina; la espiritualidad es cuidar y mimar tu interior, dejar que tu corazón salte los abismos que crea la mente y cultivar tus valores humildemente.

Las cuatro leyes

La persona que llega a tu vida siempre es la correcta 

Esta es la primera ley, y dice que nadie llega a tu vida por simple casualidad. Siempre tienes que aprender algo de tus encuentros. Todas las personas que te rodean tienen un porqué, inclusive las personas que no veas como positivas en tu vida; tal vez ellas, las tóxicas, tengan mucho más que enseñarte de lo que crees. 

Cuando te encuentras en una relación dañina o tóxica y no logras comprender por qué, con el tiempo te darás cuenta de que algo tenía que enseñarte, o viceversa. Lo importante aquí es que también seas responsable de tus acciones y de cómo te comportas con los demás. Ve siempre a las personas como maestros, aprende y también enseña algo. 

Lo que sucede es lo único que podría haber sucedido 

¿Se te va la vida en “hubieras”? Pues bien dice el dicho que el hubiera no existe. No puedes pasar todo el tiempo con el pensamiento de que las cosas podrían haber sido diferentes. Todo pasa por algo. Lo que pasó fue lo único que podría haber pasado, y tuvo que ser así para que aprendieras esa lección y pudieras seguir con tu vida. 

Tal vez tenías una vida planeada de otra forma, o las cosas simplemente no han salido como esperabas. Pero no puedes pasar la vida en la amargura y el recuerdo constante del pasado. Ve lo que tienes en el presente y abrázalo. 

En cualquier momento que comience, es el momento correcto 

Esta ley se refiere a que todo pasa en el instante en que debe ser. Las cosas nuevas en tu vida, las relaciones, los trabajos, etcétera. Todo eso tiene una razón para comenzar en un determinado momento. Son cosas que atraes por tus pensamientos o las acciones que haces en el día a día. 

Cuando algo termina, termina

Es difícil dejar a un lado el apego. Probablemente, más de una vez has deseado que las cosas sean para siempre, o has querido controlar que todo dure eternamente. Pero tienes que entender que los ciclos se cierran, las cosas se acaban y así, es un ciclo constante. 

Si comprendes esto de verdad, podrás seguir con el flujo de la vida sin estar atado al pasado todo el tiempo.