Se dice que las primeras referencias de estos símbolos de la buena fortuna se encuentran en las escrituras sánscritas y budistas. De acuerdo con dichos textos, fueron objetos entregados a Buda como símbolos de buena fortuna. Brahma ofreció la rueda del dharma, Indra la caracola con el giro hacia la derecha, Sthavara ofreció el jarrón con el néctar de la inmortalidad, el rey de los nagas el parasol, el nudo infinito fue ofrendado por Lakshmi y el estandarte de la victoria fue otorgado por Shiva. 

Estos símbolos auspiciosos brindan felicidad y bienestar en el presente y en las próximas vidas, y están representados en paredes y columnas de muchos monasterios tibetanos. 

Los símbolos más importantes del budismo 

El parasol 

De acuerdo con el manojo de la buena fortuna, el parasol es un símbolo de protección. De la misma manera en que una sombrilla nos protege de la lluvia o del sol, el parasol nos protege de los pensamientos negativos o la negatividad de los demás. 

Brinda protección ante todos los males, contratiempos, acciones negativas, accidentes y ante la influencia de los malos estados de ánimo como depresión, desánimos, ansiedad, etcétera. En el tantra, esta sombrilla representa el canal central y la parte alta el chakra de la coronilla. 

Los peces dorados 

El pez dorado simboliza la auspiciosidad de todos los seres vivos en un estado de intrepidez, sin peligro de ahogarse en el océano de sufrimientos y con la posibilidad de migrar de un lugar a otro libre y espontáneamente, de la misma manera que los peces nadan libremente y sin miedo a través del agua.

El jarrón precioso 

Representa el cuello de Buda y hace mención a sus enseñanzas como un tesoro de joyas que no deja de brotar. Es un signo de logro espiritual y de la consecución de los deseos materiales.

Los jarrones son utilizados en algunos rituales tántricos en donde son llenados con sustancias preciosas, se sellan y se colocan en altares, hogares, lagos o fuentes para atraer la abundancia y armonía en el entorno. 

La caracola 

Este símbolo ha sido usado desde tiempos ancestrales como un cuerno de batalla. En la historia épica hindú del Mahabharata, el sonido del héroe, Arjuna, aterrorizaba a sus enemigos. Asimismo, la caracola blanca representaba a la casta brahmán. 

En el budismo, la caracola blanca simboliza el sonido del dharma que despierta de la ignorancia a los seres. 

El nudo infinito 

El nudo eterno, con sus líneas que fluyen entrelazadas en un patrón cerrado, representa el origen dependiente y la interrelación de todos los fenómenos. También puede significar la dependencia mutua de la doctrina religiosa y la vida secular, de la sabiduría y la compasión o, en el momento de la iluminación, las uniones del vacío y la claridad.  

La rueda del dharma 

La rueda dorada simboliza la auspiciosidad del giro de la preciosa rueda de la doctrina de Buda, tanto en sus enseñanzas como en sus realizaciones, en todos los ámbitos y en todo momento, que permite a los seres experimentar la alegría de las acciones sanas y la liberación.

El estandarte de la victoria 

La bandera de la victoria representa la victoria de las actividades del cuerpo, la palabra y la mente propios y ajenos sobre los obstáculos y las negatividades. También simboliza la victoria completa de la doctrina budista sobre todas las fuerzas dañinas y perniciosas.