Este mes está dedicado casi en su totalidad a un espíritu que nadie puede negar: el navideño. Desde el clima hasta las bebidas que encontramos en las reuniones, como el delicioso ponche, todo indica que es momento de disfrutar la Navidad.
Y aunque esta fecha suele significar algunas cosas de manera casi automática como el tiempo en familia, los regalos, las vacaciones y otros momentos especiales, también podemos aprovechar la Navidad para desarrollar nuestro espíritu y observar en qué estado se encuentra nuestra evolución espiritual.
Replantea tus vínculos familiares
Dado que es tan común pasar tiempo en familia durante esta celebración, aprovecha para reconsiderar tus vínculos familiares. ¿Qué tipo de acciones has realizado para estar bien con tu familia? ¿Te sientes satisfecho con la relación que mantienes con tus familiares o te gustaría modificar algo? Este tipo de preguntas te pueden conducir a fortalecer tus vínculos familiares, los cuales son clave en el bienestar integral.
Observa el estado de tu cuerpo
Contrario a lo que se podría pensar, el estado del cuerpo es un punto clave en el desarrollo del espíritu. Cuando nos sentimos bien físicamente, es más sencillo potenciar el espíritu. Por eso puedes aprovechar que entre tanta cena navideña, estarás más en contacto con tu cuerpo y podrás identificar cómo te sientes en materia de salud. Recuerda no descuidarte para que puedas seguir sintiéndote bien.
Concédete el descanso suficiente
Si tienes la suerte de tener vacaciones, aprovéchalas al máximo y descansa. Para realmente avanzar en el desarrollo espiritual es importante tener la mente clara, y unas vacaciones son perfectas para lograrlo.
La Navidad no tiene que ser sinónimo de consumo y excesos, también puede significar un punto de contacto con nosotros mismos y nuestros seres queridos. Todo es cuestión de cómo decidas aprovechar tu tiempo y a qué dediques tu energía. Explora tu potencial aprovechando la Navidad para desarrollar tu espíritu.