La luna llena siempre tiene una fuerte carga energética. Suele estar asociada con rituales para cerrar ciclos y bendecir inicios. Cuando sucede en el último mes de año es aún más poderosa en ese sentido porque te ayuda a conectar con la energía universal que marca los ciclos del planeta.

Imagínate entonces todo lo que se conjuga cuando se trata de la última luna llena ¡de la década! Es una oportunidad especial que vale la pena aprovechar para depurar tu energía. Y de eso se trata esta meditación.

Para realizarla sólo necesitas colocarte en un lugar cómodo, silencioso y, si además puedes hacerlo a oscuras durante la noche o en donde alcances a recibir la luz de la luna, es ideal. Si no, ¡no te preocupes! Es más importante lo que sucederá dentro de ti que en el espacio exterior.

1. Para empezar, siéntate con las piernas cruzadas y la espalda erguida. Si esto te cuesta trabajo, puedes recargarte en una pared o incluso acostarte bocarriba. 

2. Cierra tus ojos y respira por la nariz. Pon atención a cada inhalación y exhalación, mantén ahí la atención hasta que comiences a sentir relajación y comodidad.
 
3. Pregúntate: ¿qué necesitas soltar para hacerle espacio a lo que quieres atraer? Permite que las ideas fluyan, hasta que encuentres esa a la que quieres dedicar tu esfuerzo y nutrir con la energía lunar. Puede ser algo tan general como dejar ir el miedo para lograr amor, hasta algo tan específico como superar a una persona o dejar un mal hábito.
 
4. En la filosofía yogui, se dice que todo lo que sucede en el macrocosmos encuentra resonancia en tu microcosmos. Esa es la razón por la cual puedes acceder a la energía de este fenómeno cósmico para mover la energía de tu intención.
 
5. Visualízate en plenitud en ese nuevo ciclo, decreta bendiciones abundantes para lo que se avecina. 
 
6. Poco a poco, cuando estés listo, empieza a regresar. Cierra con una reverencia, con las palmas juntas y cerca del corazón, para agradecer este proceso de cambio que honras con y desde tu energía, en la víspera de una nueva década.

NAMASTE