1. Si ya meditas de manera regular, pasa al número 2. Si no, tu paso 1 es lograr meditar por 5 minutos, 3 días continuos.
2. Justo antes de que tengas tu encuentro sexual, regálate 1 o 2 minutos en silencio. Puede ser en el baño, sentado en la cama o incluso compartiendo besos, para enfocarte por completo en la persona que está contigo, en ti y en las sensaciones hermosas que ambos están por experimentar. El mundo desaparece por completo de tu mente.
3. Durante el encuentro, enfocas el 100% de tu atención en las sensaciones que estás experimentando y mantienes un mínimo de diálogo interno.
4. Visualizas que ambos están envueltos por una hermosa luz dorada, tibia y suave al tacto.
5. Pones atención en cómo la otra persona te habla con el cuerpo y con la energía que emana. Eso lo puedes notar a través de sus movimientos, cambios de temperatura, sensación de vibración en la piel.
6. Cuando llegues a tu o tus orgasmos, enfócate al 100% en la experiencia y agradécele (puede ser de manera mental) a la persona que está contigo, porque está compartiendo, como cómplice de luz, ese maravilloso y delicioso momento contigo.
7. Al terminar el encuentro sonríe y visualiza que los dos absorben, a través de cada una de sus células, la luz dorada que los envolvía.
8. Disfruta en calma el estado en el que estás, para que le permitas a tu cuerpo distribuir toda la oxitocina, dopamina y serotonina que generaste y por favor no fumes hasta unos 10 o 15 minutos después, para que tus pulmones absorban todo el oxígeno que necesitan mientras te estás recuperando.