Todas las mañanas, al abrir los ojos al nuevo día tenemos una oportunidad de cambiar lo que queremos cambiar, buscar lo que necesitamos y mejorar aquello que intentamos el día anterior y no terminamos de lograr. Cada día es un nuevo chance, así que, ¿por qué no adoptar una rutina que nos dé la fuerza de afrontar con voluntad los obstáculos y aprendizajes? Esta rutina se puede realizar por medio de mantras al despertar que afianzarán la confianza en nosotros y fomentarán la energía positiva con que nos enfrentaremos a los retos y sorpresas al salir de la cama.

Un mantra es una palabra, frase, afirmación o emisión vocal que se repite como un canto y que tiene el objetivo de concentrar tu mente y lograr un efecto de convicción personal, estabilidad, certeza emocional y concentración; todo esto indispensable para incitarnos a lograr lo que queremos y llevar a buen fin tanto los proyectos como las responsabilidades. Aquí un link para resolver tus dudas acerca de ellos.

La primera hora de la mañana es importantísima porque en ella nos preparamos para “introducirnos” otra vez al mundo, con nuevos deseos, objetivos más claros y concretos y una mirada optimista que nos permita ver todo lo bueno y programarnos para no decaer ante las dificultades.

Por lo general todos tenemos algunas rutinas domésticas para el justo momento de despertar, tales como tender la cama, mojarnos el rostro o pensar en qué desayunaremos. A estas rutinas, con facilidad podría incluirse la de dedicar unos breves pero intensos minutos a meditar con un mantra que nos llene de buena disposición y productividad para recibir lo que el día tenga que darnos. Tener pensamientos positivos como “Estoy dispuesto(a) a escuchar lo que el mundo quiere decirme”, “Mi buen humor ayuda a otros a tener un buen día” o “Sentiré pero no sobrerreaccionaré” pueden ser buenos iniciadores de nuestra rutina de meditación.

Esto puede ser una clave importante para tener una jornada exitosa donde gracias a tu empeño y poder de decisión alcances tus objetivos, trazados a conciencia y con la mayor claridad posible dependiendo su complejidad y el tiempo requerido para lograrlos. Es cierto que avanzamos poco a poco entre los eventos del día, sorteándolos con sabiduría o intuición, y algo que nos podrá dar la ventaja y esa claridad es procurarnos una rutina de concientización personal. Sin lugar a dudas, esta podría ser la manera más real y concreta de levantarnos “con el pie derecho”.