Los mantras son sonidos, sílabas, frases u oraciones que mediante su repetición pueden ayudarnos a lograr ciertos objetivos que tienen que ver con nuestro equilibrio espiritual, emocional y corporal, ya que nos conectan con cargas energéticas superiores o divinas.
Aquí hay una precisa introducción al tema.
Existen mantras para comunicarnos con nuestro cuerpo y modificar algunos de sus procesos con el fin de inclinarlos hacia el beneficio que estemos intentando alcanzar, y uno de esos beneficios, bastante común sobre todo durante los primeros meses del año, es bajar de peso. Muchas veces, tanto las dietas como el ejercicio fracasan debido a que inconscientemente (o incluso de manera totalmente consciente) tenemos expectativas irreales o pensamientos de “derrota” por adelantado o de que “todo es demasiado complejo y para qué esforzarse”, y esto sin duda nos programa para fracasar. En ocasiones, también podría deberse a que somos demasiado perfeccionistas.
Rendirse a la primera oportunidad o signos de incomodidad es la alternativa más fácil y al mismo tiempo la que nos estanca e impide avanzar, no sólo respecto de nuestras metas a corto y mediano plazo sino también de proyectos mucho más complejos y futuros. Uno de los objetivos de los mantras también es evitar esa programación negativa o “sacarla” de donde se nos ha arraigado, para dar entrada a nuevas configuraciones personales. Por eso, aunado al ejercicio y a comer saludable, podemos agregar a nuestra rutina técnicas de meditación y respiración que incluyan un mantra específico para inducir a nuestra mente y cuerpo a este cambio que necesitamos. El mantra es: Progreso, no perfección. Debes repetirlo mientras meditas con los ojos cerrados, sentado de preferencia, y habiendo preparado tu cuerpo con unas cinco o siete respiraciones profundas previas. Repítelo hasta que sientas que la vibración de tu voz se ha extendido por todo tu cuerpo. Progreso, no perfección.
Si nos dedicamos a meditar con fervor y convencimiento de este mantra, nuestro cuerpo y mente entrarán en un contacto especial donde el deseo de perder peso adquirirá un carácter de “decreto” y entonces la tarea de lograrlo será mucho más sencilla, apoyada por las medidas externas de ejercicio y buena alimentación. Un mantra funciona cuando sabes profundamente lo que significa e interiorizas para ti ese significado. Allí se encuentra toda la clave.