Con el fin de año que se acerca, éste es un buen momento para comenzar a pensar en los cambios que deseas realizar en el ciclo que está por iniciar. 

Ten presente que la forma en que elijas pasar los últimos días y horas de este año pueden marcar la pauta para el próximo; por lo tanto, tomar medidas para celebrar de manera más consciente puede tener un efecto dominó en los meses siguientes. 

Aquí hay algunas formas de cerrar e iniciar el año sintiéndote presente, con consciencia, con confianza en ti y en lo que está por venir, y decidido a hacer que sea un gran año para ti. 

Deja ir el pasado

Para muchos ha sido un año difícil. Pero el comienzo de un nuevo año marca la oportunidad de volver a comenzar. Eso significa dejar ir las cosas que te están frenando. Realizar un ritual de liberación es una excelente manera de deshacerte del equipaje que no deseas llevar al siguiente ciclo y puedes hacerlo como un ritual físico o mental, como una visualización. 

Una gran forma de cerrar ciclos es usando el fuego como purificador (y no, no queremos que vayas a incendiar la oficina ni la casa de tu ex). Lo que tienes que hacer es muy sencillo: Toma unos minutos para reflexionar acerca de todo aquello que quieres y necesitas dejar atrás, y anótalo en una hoja de papel a manera de lista; incluye todo aquello de lo que deseas liberarte, sean personas, situaciones, relaciones, pensamientos, sentimientos… 

Una vez que sientas que la lista está completa, busca un lugar seguro para encender un fuego en una olla o tazón, o en la chimenea si cuentas con una. Prende fuego a la hoja que lleva tu lista escrita y mientras se consume, observa cómo esas palabras se convierten en ceniza y humo, visualiza cómo todas esas personas, cosas, situaciones y emociones que describiste se desprenden de ti y se liberan en el universo para que puedas avanzar y fluir, libre de cargas.

Establece metas para lo que quieres manifestar en tu vida

La ley de la atracción es un principio universal que sugiere que establecer intenciones claras puede ayudar a manifestar tus sueños en realidad. Si bien es posible que ya tengas pensados ​​tus objetivos para el próximo año, elegir un método de manifestación para expresar físicamente tus intenciones llevará el proceso al siguiente nivel. 

Los diarios de manifestación son geniales, porque fomentan la escritura como una forma de guiar y enfocar tu energía. Poner tus deseos en papel es como crear un registro escrito de lo que quieres atraer en el año que inicia, además, al tener todo más claro, esas anotaciones pueden convertirse en el inicio de un plan de acción, para que tus metas no se queden sólo en buenos deseos. Los tableros de visión son otra opción y pueden ser una forma divertida de hacer el mismo ejercicio, pero visualizando tus objetivos a través de imágenes tangibles. 

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Haz de la víspera de Año Nuevo un momento de alegría

Entrar en enero con una sonrisa en la cara prepara el escenario para un año positivo por delante. Ya sea que pases la última noche del año en una celebración a lo grande, en una cena familiar o con una velada tranquila en casa, a solas, con tu pareja o tu círculo de personas más cercanas, sólo asegúrate de recibir el año nuevo con alegría, paz en tu corazón y buenas vibraciones a tu alrededor.

Si te encuentras en una fiesta o reunión en la que no estás particularmente emocionado de estar, trata de encontrar a la persona con la que más a gusto te sientas y pasa el tiempo con ella. Y recuerda que no tienes por qué quedarte hasta el final si no te sientes del todo a gusto, así que escucha a tus sensaciones y emociones y retírate en el momento que lo consideres necesario.

Mídete con la comida y el alcohol

Los excesos siempre son perjudiciales. Y aunque en estas fechas es válido disfrutar del placer de la comida y brindar con los seres queridos, hay que hacerlo con moderación, si no quieres iniciar el año con resaca, dolor de cabeza y malestar estomacal.

Recuerda que lo que pasa en tu cuerpo también repercute en tu mente, emociones y espíritu, entonces, si tu meta es tener un inicio de año consciente, armonioso y de crecimiento, debes empezar por cuidar de tu cuerpo, al evitar someterlo a excesos que le harán más mal que bien. 

Trata de establecer un límite de lo que vas a comer y beber con anticipación; tú te conoces mejor que nadie y sabes cuáles son las porciones adecuadas para ti, así como la cantidad de bebida que te mantiene en un estado agradable y relajado, sin llegar a la embriaguez. 

Finalmente, hacer un esfuerzo para pensar en las últimas horas de este año puede ayudar a impulsar nuevos hábitos en el que está por llegar. Celebrar el Año Nuevo con la conciencia de cómo quieres vivir tu vida en los meses venideros es una excelente manera de comenzar el siguiente capítulo con intención y una mayor motivación.

Foto de Aziz Acharki en Unsplash