El nombre de este mudra proviene del sánscrito shunya, que significa vacío, apertura o amplitud, y también puede referirse al cielo, tanto en su significado de bóveda celeste como en el espiritual y religioso que se refiere al plano en el que habitan seres como Dios y los ángeles.
Shunya es uno de los mudras terapéuticos que se cree que tienen propiedades curativas. Lo mejor es que se trata de un gesto sencillo de realizar, en el que la punta del dedo medio se coloca en la base del pulgar, mientras éste lo presiona suavemente justo debajo del nudillo. Mientras, los tres dedos restantes se extienden cómodamente hacia el cielo.
La siguiente imagen te puede ayudar a comprender mejor la posición que debe tener cada dedo.
En textos antiguos se menciona a este mudra como el acceso al reino del cielo, ya que une la energía del fuego (representada por el pulgar) y la energía del éter (representada por el dedo medio).
Al realizar este mudra, puedes obtener claridad mental y sabiduría, ayudar a curar problemas de oído y audición (vértigo, dolor de oído, pérdida de audición), y en el plano espiritual, el efecto que produce es la apertura de la conciencia.
Como con cualquier mudra, el Shunya mudra es particularmente beneficioso cuando se realiza mientras se medita, ya que en ese momento, la conexión que se da con tu ser interno hace que el flujo energético sea mejor y más fuerte.
Se recomienda que Shunya mudra se practique hasta tres veces al día, entre 5 y 15 minutos cada vez. La práctica diaria se debe suspender cuando ya no sea necesario por sus beneficios para la salud, pero puedes usarlo ocasionalmente como parte de tu meditación para abrir tu conciencia y tener mayor claridad mental.
Con información de Yogapedia