Dicen que el orden en que se encuentre tu casa o cuarto suele reflejar mucho acerca de tu personalidad, y que en muchas ocasiones el orden o falta del mismo también puede llegar a afectarte de manera emocional. Si esto es cierto para los espacios personales, es probable que también la forma en que se encuentre tu espacio laboral afecte tu rendimiento.
El feng shui ha sido usado durante muchos años, sus raíces yacen en el taoísmo y el budismo y tiene como premisa utilizar el mindfulness trasladado a los espacios. Es decir, tener conciencia plena de lo que tienes en los espacios en los que habitas y te desenvuelves, y cómo lo utilizas para que pueda haber un flujo de energía libre y constante que te beneficie.
La oficina puede convertirse en algo tedioso de repente, ya que todo es como una rutina, tu lugar siempre es el mismo y las personas también. Es por ello que puedes trasladar los conocimientos del feng shui a tu espacio laboral para que tu productividad, creatividad y bienestar en general también los vivas cuando trabajas.
Antes que nada, necesitas crear una imagen de qué es lo que quieres. Mira el espacio que tienes y piensa concienzudamente acerca del tamaño que tiene, y a partir de eso puedes comenzar a diseñar o pensar cómo lo vas a decorar. Es importante que primero te centres en las cosas que te gustan a ti y con base en ello podrás adecuar el feng shui a tu escritorio u oficina.
Así como las recomendaciones de no tener cosas innecesarias en tu casa, aplica lo mismo para tu oficina. Es importante que no tengas cosas que no sumen, pues entre más cosas, menos va a fluir la energía.
Si te sientes drenado en tu trabajo y no sabes por qué, puede que sea culpa de la iluminación de tu espacio. Las luces amarillas y fluorescentes pueden hacerte sentir fatigado y aburrido; esto afecta más a las personas propensas a las migrañas.
Si es posible, busca un lugar donde entre la luz natural, y si no, puedes optar por comprar alguna lámpara con luces más incandescentes y brillantes.
Si estás en un lugar muy encerrado, esto puede afectar la oxigenación de tu cerebro; por ello, es importante que cuides la ventilación. Si tienes ventanas, es mucho mejor que estén abiertas; si no, puedes optar por algún ventilador. También puedes implementar el uso de aceites esenciales. Por ejemplo, puedes tener un difusor con aceite de menta o limón, los cuales te dan un golpe de energía y promueven la concentración.
Además de todas estas recomendaciones para tu espacio, recuerda que es igualmente importante que te levantes de vez en cuando y estires tu cuerpo, ya que pasar mucho tiempo sentado puede tener a la larga impactos tóxicos.
¿Sabes algo acerca del feng shui para oficinas? ¿Quieres compartir algún otro tip?
Con información de Mind Body Green