Encontrarse a uno mismo es un viaje en el que la mayoría de las personas se embarcarán en algún momento y, en muchos casos, ocurre varias veces a lo largo de la vida, porque las personas están en constante cambio y evolución. 

Y aunque es algo que puede sonar intimidante, de lo que se trata es de realizar una autoexploración para identificar y reconocer deseos, valores y sistemas de creencias. Es cierto que este viaje muchas veces no será fácil, pero vale la pena hacerlo, porque al final encontrarás claridad, propósito y realización.

Encontrarte a ti mismo es un acto de amor propio que implica mucha introspección y disciplina. Es un proceso que te llevará a conocer y aceptar tu esencia más profunda y genuina. Cuando sabes quién eres, puedes arraigarte en tu propio sentido de identidad y vivir desde ese lugar, lo que puede sentirse muy estabilizador y liberador.

Aprenderás sobre las cosas que más valoras y descubrirás tus sueños y deseos más profundos, además de que podrás desarrollar una mejor relación contigo mismo y tendrás una sensación de “volver a casa”, a un lugar de ti mismo que se siente auténtico, seguro y familiar. 

Actualmente, la sociedad le dice constantemente a las personas quiénes deben ser y cómo deben actuar; por ello es tan importante encontrarse a uno mismo, para conectar con un diálogo interno que sea amable, compasivo y en resonancia con la verdadera esencia de cada quien, y no con lo que los demás quieren y esperan de uno.

Formas de empezar a encontrarte a ti mismo

1. Explora tus valores. Tus valores son lo más importante para ti en la vida, como la honestidad, la solidaridad o la empatía. Tómate un tiempo para reflexionar sobre tus valores e identificar los que más resuenan contigo, pues así podrás vivir en una mejor alineación con ellos y tomar decisiones que reflejen lo que es más importante para ti.

2. Mira al pasado. Cuando se le mira sin apego y tratando de encontrar lecciones y aprendizajes, el pasado puede ser una guía útil para encontrarte a ti mismo. Puedes pensar en una época de tu vida en la que realmente te sentiste feliz y preguntarte qué hacías, quiénes estaban contigo, qué desencadenó esa felicidad, etcétera. O bien, puedes reflexionar sobre cómo perdiste tu conexión con tu verdadera esencia, dónde sientes que empezó a ir todo mal y cómo puedes revertirlo o solucionarlo. 

3. Fortalece la confianza en tu interior. Encontrarse a sí mismo se trata de generar confianza interna. Si has vivido en función de las expectativas de los demás, es probable que no hayas encontrado espacio para generar confianza en tu interior. Pero cuando confías en ti mismo, te vuelves capaz de arriesgar y salir de tu zona de confort con una mayor sensación de tranquilidad. Para fortalecer tu autoconfianza, enfócate en tus logros y en la forma en que has superado los obstáculos.

4. Busca modelos a seguir. Es recomendable encontrar otras personas que te inspiren para descubrir quién eres y quién quieres ser. La mayoría de las personas son como sus padres, pues inconsciente y conscientemente siguen el camino que ellos les marcan. Pero encontrarte a ti mismo significa descubrir con qué te alineas realmente, más allá de lo que aprendiste o te inculcaron. Fíjate en quién te inspira y observa qué acciones suyas resuenan contigo. 

5. Atrévete a probar cosas nuevas. Si te quedas sólo con lo que conoces hasta ahora, tu panorama se reduce. Por ello, es necesario que te atrevas a hacer cosas diferentes y a realizar las cosas cotidianas de formas distintas a las habituales; en esos cambios podrías encontrar algo que resuene más contigo y esté alineado con quien de verdad eres o quieres ser.  Probar cosas nuevas puede ayudarte a descubrir lo que disfrutas, en lo que eres bueno y lo que te da sentido y propósito.

6. Haz lo contrario de lo que te dice tu ansiedad por complacer a la gente. Desaprender tus instintos para complacer a la gente es una gran parte de encontrarte a ti mismo, porque cuando siempre te enfocas en asegurarte de que todos los demás estén bien, no te enfocas en ti mismo. Así que deja de pensar en lo que van a pensar o decir de ti y en lo que otros esperan de ti, y enfócate en lo que tú quieres realmente, en lo que a ti te hace verdaderamente feliz, ¡y hazlo!

7. Descubre tu flujo creativo. El "flujo creativo" se da cuando pierdes la noción del tiempo, porque te involucras y te absorbes en una actividad que te desafía y te llena el alma. Los escritores encuentran esa fluidez cuando escriben; los músicos, cuando componen o tocan música; los terapeutas, cuando ayudan a sanar a otra persona, etcétera. Conocer tu flujo es una de las mejores maneras de encontrarte a ti mismo porque éste te proporciona pistas sobre tu propósito en la vida.

Recuerda que, como todo proceso, el autodescubrimiento toma tiempo y no es algo que ocurrirá de un día para otro; así que sé paciente y compasivo contigo mismo en este viaje de autoconocimiento, y en lugar de enfocarte en el resultado, céntrate en el proceso y en cómo poco a poco vas cambiando tu enfoque a medida que te conoces mejor. 

Encontrarte a ti mismo puede ser un proceso de toda la vida y, a medida que creces, evolucionas y cambias, habrá cosas nuevas que aprender y descubrir sobre ti mismo; sigue probando cosas nuevas, desafiando narrativas inútiles e hirientes, y sigue adelante. Ten presente que todo es un proceso de aprendizaje y reaprendizaje, así que en lugar de enfocarte en una línea de tiempo, concéntrate en lo que funciona y lo que no funciona para ti, y alinea tu vida, tus acciones y decisiones con base en ello.