La palabra sánscrita chakra se traduce literalmente como rueda o disco y en los ámbitos de yoga, meditación y ayurveda, el término se refiere a los puntos de energía que se encuentran en todo el cuerpo.

Los principales centros de energía son siete: Muladhara (chakra raíz), Svadhishthana (chakra sacral), Manipura (chakra plexo solar), Anahata (chakra corazón), Vishuddha (chakra garganta), Ajna (chakra tercer ojo) y Sahasrara (chakra coronilla). Están situados desde la cabeza hasta el hueso sacro, a lo largo de la columna vertebral, y se relacionan con órganos y glándulas. Además, cada uno de ellos está conectado al ser en los niveles físico, emocional, mental y espiritual.

Los chakras trabajan de forma independiente y, al mismo tiempo, funcionan juntos como un sistema. Por ello, cuando un chakra está desactivado, sobreactivado, bloqueado o su frecuencia energética sufre un desequilibrio, esto afecta a todo el sistema y por ende, a todo el organismo. 

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Para ayudar a equilibrar o activar un chakra en un nivel emocional, intelectual, físico o espiritual, se puede recurrir a diversas técnicas. Una de ellas es el uso de piedras, minerales, gemas y cuarzos, ya que éstos también son formas de energía. 

Las piedras amplifican la energía y pueden utilizarse para que sus vibraciones ayuden a equilibrar o activar la energía de los diferentes chakras.

Cuando la energía de los chakras y la de los cristales trabajan en conjunto y se armonizan, crean un campo de energía que actúa de manera saludable tanto física como espiritualmente. 

De acuerdo con su frecuencia vibratoria y con el color con el que se relacionan, a cada chakra le corresponden diferentes gemas. 

Así que la recomendación es que te dejes guiar por tu intuición y experimentes para saber cuál funciona mejor para ti y en qué circunstancias. Antes de elegir una, observa las piedras que te interesen y llévate aquella con la que sientas una mayor conexión.

Una vez que hayas elegido la piedra que deseas utilizar, colócala lo más cerca posible de la ubicación del chakra en el cuerpo. Para hacerlo, lo ideal es que te recuestes, pero si no puedes hacerlo, también es posible utilizar la piedra mientras estás de pie o sentado, y debes sostenerla en tus manos. 

Mientras la piedra está en contacto con tu cuerpo puedes realizar una meditación, una serie de respiraciones o simplemente relajarte y concentrarte en la intención que tienes, que es la de activar la resonancia entre la piedra y tu energía para armonizar tus chakras.

Lo que se recomienda es realizar esta práctica durante 15 o 20 minutos, 3 o 4 días seguidos.

No te olvides de limpiar o recargar las piedras antes y después de usarlas. Existen diversos métodos, como dejarlas toda la noche a la luz de la Luna, colocarlas en un recipiente con sal de mar o enterrarlas en tu jardín durante algunos días. El método más sencillo y accesible para todos es el de la sal. 

También es importante mencionar que las piedras, gemas, cristales y cuarzos son de uso personal, por lo que no debes compartirlos con otras personas. Lo ideal es que cada quien tenga los suyos. 

Por último, ten en cuenta que los resultados de la aplicación de la energía mineral en los chakras no necesariamente son inmediatos, y tampoco debes esperar que al hacerlo todos tus problemas se resuelvan como por arte de magia. 

Lo que sí ocurrirá, es que tu interior y todo tu ser estarán en un estado de armonía y equilibrio. Esto te ayudará a enfrentar los problemas de mejor manera y te dará una mayor claridad mental para tomar las decisiones más acertadas.

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Con información de Yogateca