Entre las enseñanzas más importantes que dejó Buda sobre sus pasos hacia la iluminación o nirvana, está el Óctuple Sendero. En él se encuentra la esencia del budismo como camino espiritual, y está directamente relacionado con las Cuatro Nobles Verdades. La idea es que estudiarlas y comprenderlas ayuda a liberarte del apego, que trae sufrimiento, y a vivir en plenitud.
La primera de ellas habla de que todo en la existencia es inseparable del sufrimiento. La segunda revela que, como resultado, surgen el egoísmo y la inconformidad. La tercera dice que es posible eliminar el sufrimiento si se suprime el deseo. La cuarta y última de estas nobles verdades indica que para borrar por completo el sufrimiento debes seguir un modelo de conducta que se conoce como el óctuple camino.
Es decir, el Óctuple Sendero describe el conjunto de actitudes que acompañan el entendimiento de las verdades budistas. La disolución del ego juega un papel clave para llegar definitivamente al final del sufrimiento. Para alcanzar este objetivo debes aceptar que el cuerpo, la mente y el espíritu se encuentran en constante cambio, y también soltar las creencias que tienes sobre el concepto de progreso y desarrollo interior. En esencia, el despertar de la conciencia a través de este sendero implica la asimilación de que tu desenvolvimiento en el mundo material no es reflejo de tu verdadero yo.
El camino sugerido por Buda se compone de estos ocho principios:
La comprensión y asimilación de las Cuatro Nobles Verdades, que hablan sobre el entendimiento de la naturaleza y la existencia.
El deseo genuino de liberarte del apego y la ignorancia. Es distanciarte de la crueldad, la mala voluntad y la energía sexual mal canalizada.
De tu boca sólo deben salir palabras de amor y bienestar. Tener un lenguaje asertivo y eliminar la mentira, los chismes e insultos de tu vida.
Debes evitar conductas que dañen a tu prójimo, que causen sufrimiento derivado de malas acciones como robar o matar.
Debes vivir en el respeto a todos los seres sintientes y ser honesto.
Debes hacer uso de tu fuerza de voluntad para exaltar tus virtudes y darle la vuelta a tus defectos. Este es el camino al bienestar.
Debes ser consciente de tu cuerpo, tu mente y tu espíritu. Debes alejarte del deseo, la ignorancia y en general, de las emociones negativas.
Debes meditar constantemente y hacer las paces con el concepto de la impermanencia. Asimismo, cultivar un estado de quietud que te lleve hacia la iluminación.
Muchas de estas normas guardan similitudes con ideas que se hacen presentes en textos de algunas religiones. Al final, todo es parte de lo mismo: el despertar de la conciencia y el ser dichoso.
Con información de Zen Buddhism