¿Has escuchado hablar del reiki? Se trata de una técnica japonesa de curación energética creada por el doctor Mikao Usui a principios del siglo XX. Es un enfoque de salud complementario o alternativo, ya que no cura directamente las enfermedades sino que ayuda a controlar y aliviar los síntomas, así como a mejorar el bienestar general.

Durante una sesión de reiki, el terapeuta que lo aplica coloca sus manos directamente sobre el paciente para lograr la curación. La creencia es que, a través de su energía, es capaz de estimular las habilidades curativas naturales del cuerpo para ayudar a lograr una mejoría en los padecimientos y alcanzar el bienestar.

Principales beneficios del reiki

Alivia el dolor, la ansiedad y la fatiga

En un estudio realizado en 2015 se descubrió que las personas que estaban bajo un tratamiento para el cáncer y que además de la atención médica recibían reiki a distancia, tenían niveles significativamente más bajos de dolor, ansiedad y fatiga. Los participantes tuvieron sesiones de 30 minutos de reiki distante durante 5 días.

En otro estudio, los investigadores analizaron los efectos del reiki en las mujeres después del parto por cesárea y descubrieron que su aplicación redujo de manera importante el dolor, la ansiedad y la frecuencia respiratoria en ellas, entre 1 y 2 días después de dar a luz. 

Ayuda a combatir la depresión y mejora el ánimo

Las terapias de Reiki se pueden usar como parte de un tratamiento contra la depresión, pues de acuerdo con los resultados de algunos estudios realizados, esta terapia alternativa contribuye a disminuir las sensaciones de dolor, depresión o ansiedad. 

Además, mejora los síntomas físicos de los pacientes con depresión, así como su estado de ánimo y bienestar, y fomenta la relajación, la sensación de calma y el autocuidado.

En el aspecto físico, ayuda a aliviar síntomas como:

• Dolor de cabeza
• Tensión
• Insomnio
• Náusea

¿Cómo es una sesión de reiki?

Una sesión de reiki dura entre 20 y 90 minutos. Para empezar, tendrás una breve charla con el terapeuta sobre el proceso y tus expectativas o intenciones. Aquí debes explicar los problemas o síntomas que quieras tratar e informar si tienes alguna lesión, dolor en alguna parte del cuerpo o lugares sensibles al tacto.

El proceso se realiza mientras estás recostado en una camilla o colchoneta. Por lo general, se ambienta con música suave y relajante. El terapeuta moverá sus manos a través de tu cuerpo, ya sea que te toque ligeramente o que mantenga sus manos elevadas cerca de ti, pero sin llegar a tocarte. 

Puedes experimentar sensaciones en el cuerpo como calor u hormigueo. Algunas personas informan haber visto colores o imágenes, así como la aparición repentina de recuerdos. Si te sucede algo de esto, no te asustes ni preocupes, sólo deja que surja y fluya, sin atribuirle algún significado. Tus experiencias pueden volverse más profundas cuanto más continúes con el reiki.

En ocasiones se utilizan cristales, piedras o cuarzos durante la sesión de reiki, ya que algunos terapeutas consideran que estos elementos agregan un elemento adicional de curación al tratamiento, al ayudar a liberar bloqueos emocionales, mentales o espirituales. Se pueden colocar cristales sobre o alrededor del cuerpo, o te puede pedir que sostengas un cristal. 

Algunos de los cristales que se usan en este tipo de terapias son: 

• Cuarzo rosa
• Amatista
• Piedra de luna
• Topacio
• Turmalina
• Aguamarina

¿Alguna vez has acudido a una sesión de reiki? ¿Cómo fue tu experiencia?

Con información de Healthline