El cierre de un año siempre representa la oportunidad de dejar atrás lo malo para iniciar un nuevo ciclo con energías renovadas y nuevos sueños por cumplir. Además de todo lo que ya se ha mencionado en Harmonía sobre soltar, dejar ir, perdonar y agradecer, estas son algunas recomendaciones del feng shui para iniciar el año nuevo con la mejor de las vibras.
El último día del año (o los días previos al mismo) es un gran momento para hacer una limpieza profunda de cada rincón de tu casa. Deshazte de todo el polvo de esas telarañas escondidas y de toda la suciedad que pueda haber. Lava y limpia cortinas, tapetes, alfombras, muebles, electrodomésticos, pisos, techos, paredes, ventanas… todo.
En el feng shui, un elemento muy importante del hogar es la estufa y tenerla limpia es un importante refuerzo de energía en casa. Antes de fin de año, reserva un poco de tiempo para dejar reluciente este importante electrodoméstico.
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Como parte de esa limpieza profunda, es momento de sacar todo lo que ya no sirve, está roto o hace mucho que no usas. Evita guardar cosas “por si acaso”, pues lo más seguro es que sólo terminarán por empolvarse un año más. Esta práctica ayuda a liberar la energía estancada y hacer espacio para lo nuevo que esté por llegar a tu vida; sin mencionar que vivir con pocas posesiones te dará más paz y tranquilidad.
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Si el año que termina ha sido generoso contigo, si no has sufrido carencias y has tenido todo lo que necesitas para estar bien, es momento de retribuir al ayudar a alguien que lo necesite y compartir lo que tienes con quienes no han sido tan afortunados.
Puedes aprovechar las cosas que separaste de tu limpieza; toma aquellas que ya no uses pero estén en buen estado, sean útiles y funcionales, y dónalas a quien sepas que le hacen falta.
O bien, puedes hacer algún donativo monetario o en especie a alguna causa humanitaria o altruista, ya sea en favor de grupos de personas vulnerables o de animales sin hogar.
Tu hogar debe ser tu lugar favorito; pregúntate si el tuyo lo es y observa lo que hay a tu alrededor, sobre todo en los espacios en los que pasas más tiempo, como tu recámara o tu área de trabajo si realizas home office. ¿Te gusta lo que ves y cómo está ordenado? Si notas que algo te desagrada o rompe el equilibrio, es momento de cambiarlo y reorganizar.
Además, toma en cuenta que si observas las mismas cosas todos los días (los mismos objetos en tu escritorio, la misma disposición de libros en los estantes, los mismos objetos decorativos en la sala, etcétera), tus habitaciones pueden comenzar a volverse aburridas.
Así que dale un giro a las cosas y reacomoda; no es necesario remodelar ni sustituir tus muebles y pertenencias, a veces con un cambio de colocación es suficiente para dar una nueva vida a tus espacios. Y si agregas algunas plantas aquí y allá, mucho mejor.
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Procura saldar tus deudas, sobre todo aquellas que te generan intereses. Pon en orden todos los documentos relacionados con tus finanzas, destruye y desecha los que ya sean muy viejos o ya no te sirvan.
Y también es muy importante que mantengas en orden el dinero que llevas en tu cartera, que esté limpia y en buen estado y que te deshagas de los tickets, papeles y cosas sin utilidad que haya en ella; libera la energía de lo que no sirve y haz espacio para la abundancia.
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No dejes que pase un año más en el que te hundas en la rutina. Que esta vez uno de tus propósitos por cumplir sea hacer una cosa nueva cada día del año que está por iniciar.
Y no tienen que ser cosas muy complicadas, sino algo sencillo y que todos pueden hacer, como aprender una nueva palabra, cocinar una nueva receta, caminar por las calles de tu vecindario que no sueles frecuentar, ir a un lugar en el que nunca hayas estado (sin importar su distancia), usar un color de ropa distinto a los que siempre te pones, hacer un cambio en la forma en que bebes tu café o té (con leche, sin azúcar, con alguna esencia saborizante, con hielo, etcétera).
Las cosas nuevas por probar son innumerables y el límite está en tu imaginación. Ver y vivir activamente nuevas experiencias todos los días sacude los viejos patrones y amplía tus horizontes de maneras simples pero poderosas.
No tiene que ser fin de año ni alguna otra fecha especial para que hagas cosas como comer lo que más te gusta, usar tu ropa favorita, peinarte de una forma diferente, llamar a tus amigos y familiares, o sentirte afortunado y agradecido.
Mientras más frecuentemente hagas estas cosas que te hacen sentir bien, más alegría y felicidad atraerás a tu vida. Así que, de hoy en adelante, celebra y celébrate más, ya sea con más actos de cuidado personal, de generosidad, de gratitud, al compartir, disfrutar tiempo a solas, celebrar tus logros y felicitarte por ellos, etcétera.
Celebrar los pequeños momentos de la vida es un gran hábito que puedes adoptar en cualquier momento, pero especialmente después de un año difícil. ¡Disfrútalo todo y que tengas un año lleno de bienestar, alegría y abundancia!
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