El músculo psoas, ubicado en la parte baja de la espalda y que se extiende hasta el fémur, es fundamental para la movilidad de la cadera, la estabilidad del tronco y el mantenimiento de una postura saludable. Sin embargo, muchas veces se le pasa por alto en las rutinas de ejercicio, lo que puede ocasionar debilidad o tensión, así como problemas de movilidad y posturales.
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Para evitar estos problemas, en la práctica de yoga podemos encontrar diversas asanas que ayudan a activar y fortalecer el psoas, para mantenerlo en condiciones óptimas y así promover no solo la salud física, sino también el bienestar general. Las siguientes son algunas de las posturas de yoga más recomendadas para trabajar este importante músculo.
Esta asana activa y estira el psoas del lado de la pierna que está hacia atrás. Además, fortalece las piernas, mejora la estabilidad del core, mejora la postura y alivia la tensión en la parte baja de la espalda.
Esta asana ayuda a fortalecer los músculos de las piernas y el core, además, estira el psoas de la pierna de atrás y su práctica continua también mejora la alineación y la estabilidad del cuerpo.
Al practicar esta asana, activas el psoas y los glúteos. También se estira la parte frontal del cuerpo y se fortalece la parte posterior. Además, ayuda a liberar la tensión en la parte baja de la espalda.
Esta asana estira profundamente el psoas de la pierna de atrás, mejora la flexibilidad de las caderas y el core, y también ayuda a abrir la cadera y aliviar la rigidez.
La práctica de esta asana activa y fortalece tanto el psoas como los músculos de las piernas. Mejora el equilibrio y la concentración y estira la parte baja de la espalda y las caderas.
Realiza esta asana continuamente conpara estirar y fortalecer el psoas y los músculos del core. También ayuda aliviar la tensión en la parte baja de la espalda y las piernas, mejora la circulación y la flexibilidad general, y es útil para aliviar migrañas y dolores de cabeza.
Al incorporar estas asanas en tu práctica de yoga puedes activar y fortalecer el músculo psoas, para así lograr una mayor estabilidad, flexibilidad y bienestar general. Al mantener el psoas saludable, no solo mejoras tu movilidad y postura, sino que también puedes aliviar tensiones y mejorar tu calidad de vida.
Integra estas posturas en tu rutina diaria para disfrutar de sus beneficios a largo plazo y mantener un equilibrio óptimo en tu cuerpo y mente. Recuerda que la clave para obtener resultados está en la constancia y la disciplina.