Para muchos practicantes de yoga hacer la asana fácil (sukhasana) puede ser todo, menos eso, sobre todo si se trata de alguien con extrema rigidez en los flexores de la cadera.
Este grupo de músculos son los más rígidos que tiene el cuerpo. Jeff Brannigan, director en Stretch*d de Nueva York, dice que es una de las áreas donde la tensión y diversos malestares se concentran. "No solo se usan los flexores de cadera en casi todos los tipos de actividad física, sino que también los sometemos a mucho estrés cuando pasamos muchas horas del día sentados", dice. "Durante largas horas de inactividad, estos músculos se tensan, lo que con el tiempo terminará comprometiendo el flujo de sangre al área y exacerbará el problema".
Los flexores de cadera se utilizan para cualquier movimiento. La rigidez constante de la flexión de la cadera puede llevar a una larga lista de problemas, como una pelvis desalineada, que podría desencadenar otras lesiones, así como dolor en la cadera, en la espalda baja y en las rodillas.
Para terminar con la rigidez de los flexores de cadera, no sólo se requiere estirar el área, sino también bombear sangre hacia el músculo para poder reducir la inflamación. "La mejor manera de hacerlo es a través de un estiramiento activo", explica Brannigan. Se trata de un método que promueve el flujo de sangre y permite que el músculo se relaje. Esta es una forma más efectiva y natural de estirar.
Pues hacerlo en casa, para aflojar de una vez por todas la tensión del flexor de cadera con un estiramiento de cuadriceps. Después podrás hacer sukhasana (llamada "postura fácil") sin la ayuda de un bloque de yoga.
Nota: Los estiramientos se deben hacer de 2 a 3 segundos con 10 a 12 repeticiones.
1. Acuéstate de lado con las rodillas dobladas a 90 grados.
2. Con la ayuda de un cinturón de yoga, sostén el pie de la pierna que queda abajo y sujeta el otro extremo de la correa con esa misma mano. Coloca la otra mano en el tobillo de tu pie superior. Contrae tus músculos abdominales para evitar rodar.
3. Mantén tu rodilla doblada y tu pierna paralela a la superficie sobre la que estás acostado. Contrae los isquiotibiales y los glúteos. Mueve la parte superior de la pierna hacia atrás lo más que puedas, como si quisieras tocar tu cuello con la planta del pie. Puede usar tu mano para ayudarle a tu pierna al estiramiento.
4. Descansa 10 segundos, respira profundo y gira para repetir con la otra pierna.