Si en tu lista de propósitos o intereses para este nuevo año se encuentra practicar yoga, ¡bravo! Ese puede ser el primer paso para descubrir una disciplina que transformará no sólo tu cuerpo sino también tu mente.
Ahora, ¿cómo hacerlo realidad sin quedarte en el camino por falta de tiempo, de dinero o al decepcionarte con una primera clase que no te enamora? Sigue estos tips:
Un tipo de yoga para ti
Hablar de yoga como si fuera una sola práctica es el inicio del fin para muchos principiantes. Llegan a una clase que no se parece a lo que habían imaginado o con cuyo ritmo no son compatibles y entonces deciden que Esta no es una práctica para ellos. Hay que recordar que existen muchos estilos y, como en todo, hay algunos que te gustarán y otros a los que no querrás regresar. Para saber cuál podría ser el mejor para ti ve nuestra guía del yoga, ahí vienen todos los detalles para que elijas adecuadamente.
Como puedas, donde quieras
El tiempo libre suele ser un factor que juega en contra a la hora de integrar el yoga a tu estilo de vida. Es importante que elijas una escuela que te convenga en términos de traslados y en donde los horarios no impliquen un problema u obstáculo para tus otras actividades. Por ejemplo, que no tengas que salir corriendo del trabajo para llegar a clase o bien que no puedas concluir la clase por llegar a tiempo a otro lado. Hacer yoga no debe implicar estrés, busca opciones que convivan sanamente con tu rutina para que en verdad se vuelva una pausa disfrutable.
Con dinero y sin dinero
Si lo que te ha detenido es el costo de las clases, prueba una combinación de una o dos clases a la semana y el resto en línea. De esta forma no pierdes la guía presencial del maestro pero tampoco implica un gasto fuera de tu presupuesto. Hay opciones gratuitas de muy buena calidad para empezar, una de ellas son nuestros Yoga Bites y secuencias de Yoga para la vida real. ¡Síguelas en nuestro canal de YouTube!
Adiós estereotipos
No importa si has creído que el yoga es para mujeres, para personas delgadas y flexibles o para quienes tienen mucha paz mental. ¡Nada de eso es cierto, el yoga es para todos! Cuando vayas a clase, deja de observar si la persona de al lado tiene una flexibilidad envidiable o si el de atrás se puede parar de cabeza con un solo movimiento. Lo único que importa es que ya estás ahí; no hay nada más bonito que experimentar el avance de tu cuerpo y mente con el paso de las prácticas.
NAMASTE.