La palabra japonesa tsundoku es un término que se refiere al hábito relacionado con la bibliomanía, es decir, adquirir todo tipo de materiales de lectura, pero sólo para tenerlos amontonados, sin leerlos. A. Edward Newton, autor, editor y coleccionista de 10 mil libros, decía que "incluso cuando la lectura es imposible, la presencia de libros adquiridos produce tal éxtasis que la compra de más libros de los que uno puede leer es nada menos que el alma llegando al infinito".
¿Tienes varios libros a la espera de ser leídos? ¿Eres un practicante de tsundoku? Es normal que se forme una hermosa pila de libros junto a la mesita de noche porque juras que los vas a leer por las noches y los fines de semana antes de saltar de la cama, pero sólo son un bonito accesorio. También se acumulan en la cocina los de recetas, porque harás (algún día, quizás) alguno de los platillos impresos en ellos. ¿Y qué tal durante la cuarentena?, ¿cuántos compraste porque tenías mucho tiempo y cuántos realmente leíste?
La palabra tsundoku proviene de doku, un verbo que se puede traducir como "leer", mientras que tsun significa "se acumula". Andrew Gerstle, profesor de textos japoneses premodernos en la Universidad de Londres, explica que "la frase 'tsundoku sensei' aparece en un texto de 1879, lo que probablemente sea satírico, sobre un maestro que tiene muchos libros pero no los lee". Aun así, dice Gerstle, el término no se usa actualmente de manera burlona.
En español, el término bibliomanía es lo más similar al japonés tsundoku. Si bien las dos palabras pueden tener significados similares, hay una diferencia clave. Bibliomanía describe la intención de crear una colección de libros, tsundoku describe la intención de leer libros y su eventual coleccionismo accidental.
Es interesante considerar el futuro de los libros en este momento y el destino potencial de palabras como tsundoku. Ahora, y cada vez más, hay lectores electrónicos, teléfonos y tabletas que podrían significar la fatalidad de la página impresa.
Cada vez más personas se mudan a casas pequeñas y ha surgido un gran movimiento minimalista, lo cual parece evitar la acumulación de libros que pueden quedar eternamente sin leer. También hay más conciencia sobre los recursos y las "cosas" en general. ¿Hay espacio para pilas de papel encuadernado en el mundo moderno?
Tener un libro en la mano es una de las sensaciones que los lectores se rehúsan a abandonar. El olor, el peso, el cambio de páginas, la textura, las letras mismas, e incluso esos libros que apenas si se hojearon una vez y ahora son un objeto en el librero o en la mesita de noche.
Pero no pasa nada, no te angusties. Puedes equilibrar las cosas: ya que para la producción de libros se requieren diferentes recursos, resiste a la moda rápida, a la comida insostenible y a un montón de basura plástica que no necesitas y, en cambio, participa en un tsundoku. Además, en realidad no es un desperdicio porque, por supuesto, algún día leerás esa pila tambaleante de libros (esa promesa no cambia).
Y si los japoneses tienen una palabra poética y tan bella, no hay nada de malo en acumular libros, ¿o sí?
Con información de Treehugger