El cubrebocas se ha convertido en parte del outfit diario, pero su uso constante y por periodos prolongados hace necesario reforzar el cuidado de la piel del rostro, ya que genera el aumento del sebo facial, la aparición de imperfecciones e incluso irritación.

Aún no se sabe cuándo por fin será posible dejar de usar cubrebocas, por lo que es indispensable tener en cuenta una serie de puntos que, además de cuidar tu piel, te ayudarán a estar más cómodo mientras lo traes puesto.

Utiliza cubrebocas de algodón o fibras naturales

En estos días donde se recomienda portar un cubrebocas para evitar la propagación de la covid-19, uno de los retos más grandes ha sido el de elegir o encontrar el adecuado, en cuanto a ajuste, comodidad y seguridad. 

Para garantizar una mayor seguridad, debes asegurarte de que el material o la tela del cubrebocas sea lo suficientemente densa para captar las partículas virales, pero que al mismo tiempo ayude a que tu piel transpire.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han declarado que uno de los materiales más recomendados para el cubrebocas es el algodón.

Para comprobar su densidad, basta con poner la tela a contraluz y checar que no se filtre la luz a través de ella para tenerlo como una excelente opción, de modo que el uso de mascarillas médicas/quirúrgicas sean priorizadas para el personal de salud, así como con el fin de usar opciones reutilizables para ayudar a reducir la basura generada por la pandemia.

Para que tu cubrebocas de algodón sea funcional, necesitas colocar un filtro entre dos capas de tela o bien, conseguir alguno que sea bicapa o tricapa. Según un estudio realizado por el Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa en Winston-Salem, Carolina del Norte, la mejor tela para hacer cubrebocas caseros es la de los edredones, ya que suelen usar algodón de alta calidad y alta densidad.

Descansa del maquillaje

La piel tiene la capacidad para seleccionar las sustancias que atraviesan sus capas (epidermis, dermis, hipodermis). A esto se le denomina "Grados de Permeabilidad Cutánea". 

Para cuidar aún más tu piel, evita el uso del maquillaje, al menos en la zona del cubrebocas, ya que al utilizarlo bloqueas mucho más la permeabilidad de tu rostro, lo cual ocasiona que los poros se tapen y aumentes la posibilidad de que aparezcan brotes. 

Lo ideal sería que pasaras uno o dos días sin maquillaje, por ejemplo, el fin de semana, y que de preferencia sólo maquilles tus ojos para dejar que tu piel respire y descanse de los químicos.

Para lavar tu cara y tu cubrebocas utiliza champú facial

Uno de los mejores consejos de limpieza durante la pandemia para lavar las manos ha sido el uso del agua y el jabón; sin embargo, cuando se trata de la piel del rostro, es importante tener en cuenta que existen jabones o detergentes que pueden alterar el pH cutáneo y causar irritación, especialmente cuando la piel tiene un exceso de sebo por el uso continuo del cubrebocas.

Para estos casos, se recomienda utilizar un champú facial que tenga ingredientes naturales, como el de ASH Natural, que ayudará a que tu piel no se irrite y evite el exceso de grasa, gracias a que está formulado con aceite esencial de árbol de té, ingrediente antibacterial de origen natural que remueve las impurezas de la piel a profundidad para dejarla limpia y fresca. 

Su uso continuo ayuda a minimizar los poros abiertos, elimina el exceso de grasa sin secar la piel de forma excesiva y reduce el brillo facial notablemente. Además, por sus propiedades antibacteriales es una excelente opción para lavar tu cubrebocas sin afectar tu cutis.

Añade a tu rutina el uso de loción y suero dos veces al día

Debido a que traes el cubrebocas puesto durante mucho tiempo, es indispensable aumentar el cuidado de tu rostro a lo largo del día. Es importante que, una vez que estés en casa, te laves el rostro con champú facial y complementes tu rutina de limpieza con el uso de una loción facial que sea fresca, ligera, libre de aceites, que limpie a profundidad y remueva suavemente las impurezas de la piel.

Tras haberle dado esta doble limpieza a tu rostro, es momento de que lo hidrates con un suero ligero, libre de aceites y que haya sido desarrollado especialmente para cutis propensos al exceso de grasa, para que mantenga tu piel hidratada y evite la obstrucción de los poros.

Con estos consejos notarás una mejoría importante; y como verás, bastan unos pequeños cambios en tu día a día para cuidarte y cuidar a tu piel.

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