La piel es el órgano más extenso del ser humano; actúa como escudo protector ante cualquier agresión o estímulo externo y protege al resto de los organos internos. En el verano muchas personas ponen mayor atención a su piel, porque la ropa es más ligera y la piel queda más expuesta (y por ello la hidratan) o porque se van de vacaciones y la protegen de factores como los rayos solares.
El envejecimiento es un proceso inevitable y en la piel puede ocurrir de dos maneras, señala Marien Garza, miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition. La especialista en nutrición explica:
La primera es por la edad, en donde cronológicamente la piel envejece al igual que los demás órganos. La segunda manera es ocasionada por factores externos relacionados al medioambiente, la exposición solar crónica, las radiaciones UV y la contaminación. También los hábitos no saludables, como el tabaquismo, el estrés, la falta de descanso, así como una mala nutrición (deficiente en vitaminas y antioxidantes), generan radicales libres que dañan nuestra piel.
La nutrióloga comparte los siguientes consejos para cuidar la piel. No importa si te encuentras en lugares al aire libre o en interiores, las recomendaciones aplican de la misma manera:
- La hidratación es un factor esencial. "Para mí el agua es el elixir de la eterna juventud", comparte la especialista. "Nuestras células de la piel se mantienen más jóvenes y bellas al consumir agua diariamente. Una célula que envejece más rápido es una célula deshidratada". Los adultos deben tomar entre 6 y 10 vasos de agua diariamente, dependiendo de factores ambientales como temperatura, humedad y actividad física. Lleva contigo una botella de agua siempre para tomar pequeños sorbos durante todo el día. Si tienes problemas para adoptar este hábito, puedes poner alarmas o usar aplicaciones que te ayudarán a lograr tu objetivo.
- Ten una nutrición adecuada para una piel saludable. Debes incluir alimentos ricos en antioxidantes dentro de tu dieta diaria: frutas y verduras llenas de color y sabor. Las vitaminas A, C y E cuidan y embellecen tu piel. Todas las semanas consume frutas de la familia de las bayas, como fresas, frambuesas y zarzamoras, pues están cargadas de antioxidantes.
- Complementa tu dieta con suplementos que cuidan la piel. Por ejemplo, el colágeno es un gran aliado para mantener la elasticidad, suavidad y fuerza de la piel, el cabello y las uñas. El colágeno como suplemento debe consumirse de forma constante para que realmente haya resultados. Para comprar un buen suplemento de colágeno, busca que la marca sea certificada y cuente con todos los estándares de calidad.
- Usa una línea de productos de nutrición externa para la piel. Utiliza los productos de tu elección (o la recomendación de tu dermatólogo) como crema, suero, protector solar, exfoliantes o mascarillas para cuidar tu piel desde fuera. Es importante personalizar tu línea de productos para el cuidado de la piel de acuerdo a tus necesidades.
- Haz actividad física. Recuerda que el ejercicio te hace sudar y así tu cuerpo elimina toxinas que pueden dañar tu piel. Además de ser desintoxicante, el ejercicio contribuye a liberar el estrés y combatir los radicales libres que atacan tu piel.
- Respeta tu descanso y horas de sueño. Las células de tu piel se mantendrán en óptimas condiciones si permites su regeneración a través del descanso, proceso esencial para un envejecimiento paulatino y natural.
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