Cuando se trata del cuidado capilar, una de las recomendaciones más frecuentes y sencillas es la de evitar el lavado diario, ya que el champú, los acondicionadores y el agua, sobre todo si es caliente, pueden afectar los aceites naturales del cabello y resecar el cuero cabelludo.

Sin embargo, esta recomendación no aplica en todos los casos. Por ejemplo, cuando haces ejercicio, lo mejor es que sí laves tu cabello al terminar, ya que el sudor y otros factores podrían afectarlo.

La transpiración es un proceso del cuerpo que ayuda a regular la temperatura, y es de gran ayuda para mantenerla equilibrada ante el esfuerzo que implica la actividad física. Pero la presencia de sudor en la cabeza podría alterar la salud del pelo, ya que obstruye la raíz y genera debilitamiento capilar, lo cual, con el tiempo, se traduce en una mayor pérdida de cabello.

Por otro lado, si crees que al practicar ejercicios como la natación, el sudor no afecta al cabello, debes saber que el cloro es uno de sus principales enemigos, ya que lo vuelve áspero, seco y quebradizo; y si lo tiñes, los efectos son mucho más severos. Así que también deberías lavarlo después de nadar.

Entonces, si haces ejercicio todos los días, sea cual sea, lo ideal es que sí laves tu cabello diariamente. Porque al final, el problema real no está en la frecuencia con que lo lavas, sino en los productos que utilizas. 

Para cuidar tu cabello y evitar que pierda sus aceites naturales con las lavadas, se recomienda utilizar un shampoo suave, adecuado para tu tipo de pelo, libre de químicos dañinos y, de preferencia, hecho con ingredientes naturales, para que limpie tus raíces a profundidad y al mismo tiempo ayude a fortalecer el folículo piloso. 

Existen líneas como Chili&Chili que cuentan con productos especiales para todo tipo de cabello, y lo mejor es que incluyen ingredientes naturales y nutritivos como: colágeno, que proporciona hidratación y fortalece los folículos capilares; aloe vera, té verde y nopal, que ayudan a remover el exceso de grasa, y al mismo tiempo aportan hidratación, brillo y resistencia.

Por otro lado, lo más recomendable es que tus duchas sean breves y con agua tibia o lo más fría que tu cuerpo tolere, ya que el agua caliente elimina los aceites naturales y daña la piel más rápido. 

Con estos consejos podrás cuidar de tu cuerpo de forma integral, no sólo al ejercitarte, sino también al alistarte para disfrutar del resto de tu día.

Con información de Chili & Chili

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