Podemos definir la celulitis como un proceso de acumulación de tejido adiposo en ciertas zonas del cuerpo femenino como glúteos, muslos y brazos, que se aprecia en la superficie cutánea como un conjunto de hoyuelos. Desde hace muchos años, las industrias cosmética y de la moda han lanzado el mensaje de que la celulitis es un problema que debe ser evitado y combatido como si se tratara de una enfermedad.

La mayoría de las mujeres se sienten avergonzadas cuando aparece la celulitis y hacen todo lo posible por atenuarla u ocultarla. Sin embargo, estudios científicos recientes han demostrado que la celulitis dista mucho de ser un defecto, por el contrario, se trata de un carácter sexual secundario que se manifiesta al llegar a la pubertad, como la barba en los hombres.

Durante la pubertad, las mujeres desarrollan glándulas mamarias y comienzan a menstruar; para que esas dos cosas ocurran, su cuerpo produce estrógenos y progesterona en grandes cantidades. Estas dos hormonas tienen muchos efectos sobre el organismo femenino, entre ellos la retención de líquidos y la acumulación de grasa que ocasionan la celulitis.

El cuerpo de las mujeres no retiene líquidos ni acumula grasa porque esté conspirando contra ellas, sino para prepararse con todos los nutrimentos necesarios en caso de un embarazo. El 85% de las mujeres tienen celulitis después de los 14 años, el 97% después de los 25 y absolutamente todas después de los 35. Entonces, ¿por qué se castiga un proceso natural del cuerpo femenino como si se tratara del peor de los defectos? ¿No es tan absurdo como castigar a los hombres cuando su voz se vuelve más gruesa? ¿No será que hay toda una industria que se beneficia de que las mujeres se sientan acomplejadas e insatisfechas?

La próxima vez que te angustie tu celulitis recuerda que no es un defecto; es algo tan natural, como tu ciclo menstrual que, por cierto, tampoco debería avergonzarte. Tu cuerpo es maravilloso y todos sus procesos son perfectos, no permitas que nadie te diga lo contrario.