El psicólogo canadiense Jordan Peterson ha dedicado gran parte de su trayectoria a proponer herramientas para que las personas puedan mejorar su vida y ser la mejor versión de ellos mismos.
Su último libro, titulado 12 reglas para vivir: Un antídoto para el caos, puede ser una de las mejores guías que consigas para cambiar el rumbo de tu vida y mejorar tu estado de ánimo y tus relaciones interpersonales, así como encontrar cuál es el propósito de tu existencia.
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No es coincidencia que Peterson comience con esta regla; muchos coaches de vida dicen que tu postura física y cómo te comportas en el día tienen un gran impacto en cómo te vas a sentir emocionalmente y en cómo te verán las demás personas.
En los últimos años seguramente has leído mucho acerca de la relación que tiene todo lo que comes, piensas o haces sobre tu salud mental. Lo mismo pasa con la forma en que te mueves y la postura que tienes. Sólo ponte a pensar: si tienes una postura cabizbaja y vas por la vida con los hombros hacia adelante, ¿cómo crees que se sentirán las personas con tu presencia? o ¿qué les darás a pensar sobre ti? Por otra parte, ¿qué pasaría si llevas tus hombros hacia atrás, elevas tu pecho y mantienes tu cabeza en alto?
La próxima vez que te sientas triste o deprimido, fíjate qué haces con tu postura, cómo te sientas y cómo caminas. Si empiezas a encorvarte o notas que cierras tu cuerpo, trata de hacer lo contrario y fíjate en cómo te sientes.
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Una de las reglas básicas de Peterson es que aprendas a tratarte con respeto, a quererte y entonces traslades ese respeto y compromiso que tienes contigo a los demás.
A fin de cuentas, la única persona que siempre estará ahí para ti eres tú mismo, y si no te respetas o te comprometes a ser siempre tu mejor versión, no podrás hacer lo mismo con las otras personas.
En la vida es probable que encuentres muy pocas personas que realmente quieran lo mejor para ti. Conforme creces, las amistades que necesitas ya no son aquellas con las que solamente puedas salir a divertirte o de parranda. Las amistades importantes son las que te aportan algo, te ayudan a crecer y siempre te darán consejos de acuerdo con lo que necesites. También, las buenas amistades te dirán la verdad aunque a veces no quieras escucharla.
Si quieres seguir esta regla, puedes pensar en tu círculo inmediato: cuántas personas realmente crees que te van a apoyar si necesitas algo urgente o si te pasa algo. ¿Quiénes crees que sí van a responder ante alguna situación así? Es difícil darse cuenta de que quizá no todas las personas que tú pensabas lo harán, pero cuando identificas las amistades reales que tienes, las vas a valorar mucho más.
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En un mundo donde las redes sociales son ya parte de nuestra vida diaria, donde ver fotos y enterarse de la vida de los demás es un hábito, puede ser que si no las usas de forma consciente estés mucho más preocupado por lo que hacen los demás que por tu propia vida.
Compararse con los demás no es del todo malo, pero sí cuando no miras a tus propios errores o cosas que tú tienes que mejorar. Se dice que en muchas ocasiones las cosas que te enojan te checan, que las personas que peor te caen suelen ser un espejo. Por eso debes alegrarte por los logros de los demás, darte cuenta de que todas las personas que trabajan duro por las cosas se merecen lo que tienen y, sobre todo, trabajar en aquellas cuestiones que tienes tú por resolver.
Peterson también hace hincapié en que básicamente no te puedes comparar con las demás personas porque simplemente cada quien tiene una vida totalmente diferente. Así que enfócate en ti, en tu camino y en tu felicidad, y en lugar de compararte con otros, esfuérzate por crear una mejor versión de ti mismo.
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Peterson te enseña que tienes que disciplinar a tus hijos. Si ellos hacen algún berrinche, deja que lo hagan, pero después tienes que enseñarles lo que estuvo mal para que entiendan que eso no está bien y no lo vuelvan a hacer.
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Es muy fácil voltear y criticar a las personas, pero no ser crítico con lo que tú haces mal. Hay muchas cosas en el mundo que pueden estar mal o actitudes de las personas que pueden no agradarte, pero si tú no haces algo por cambiar todo lo que es negativo dentro de ti, ¿entonces realmente qué derecho tienes a ser tan crítico con los demás?
Por supuesto que no se trata de que no hables u opines sobre las cosas que te molesten, pero una cosa es eso y otra cosa es criticar simplemente de forma negativa para hacerle daño a alguien.
Para Peterson lo importante no es que juzgues a los demás ni las situaciones, sino que todo empiece desde ti: que dejes de mentir, de procrastinar, de ser tu peor versión, y que realmente pongas el empeño necesario para crecer y mejorar.
El camino hacia las cosas que son realmente relevantes suele estar lleno de curvas, baches y obstáculos. Pero cuando realmente valen la pena, no importa cuánto tiempo te tome ni todo el sudor que tengas que invertir, lo importante es que sigas por ese camino.
Peterson dice que cuando sigues el camino de lo que es significativo, incluso de forma fisiológica te vas a sentir bien. Tu cuerpo y mente sabrán que es ahí en donde tienes que estar y todo se alineará justo para que lo logres. Las cosas que son significativas son las que realmente harán que tu vida valga la pena.
Decir la verdad es una de las cosas más complicadas para muchos, pero cuando te das cuenta de que no ser honesto realmente te hace débil, daña tu salud y también es malo para las personas que te rodean, puedes empezar a pensar en ser mucho más honesto.
Las mentiras se acumulan, y aunque creas que tienes todo bajo control y nunca se sabrá eso que ocultas, a la larga saldrá a la luz y los efectos serán profundamente nocivos. Decir mentiras es un acto egoísta, porque solamente te preocupas por la gratificación que obtendrás y no piensas en qué efectos podría tener sobre la otra persona.
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Cuando estás en alguna conversación, ¿realmente pones atención? Hazte esta pregunta y sé honesto con tu respuesta. Muchas veces solamente estás ahí presente, o inclusive con tu celular, mientras que la otra persona quiere realmente compartir algo contigo.
Peterson te recuerda que cuando estés en una conversación, dejes todo lo demás a un lado y te enfoques realmente en lo que esa persona trata de decirte. Nunca sabes cuándo lo que te dicen puede ayudarte o puedes aprender algo nuevo. Todas las personas con las que te cruces tendrán algo que aportar; aunque no sean cosas del todo positivas, también de las negativas puedes aprender.
Los malentendidos pueden causarte muchos problemas. Cuando no hablas las cosas con precisión y claridad puede resultar mucho peor, o simplemente como si no hubieras dicho nada.
Cuando te encuentres en alguna discusión, este punto es mucho más importante. Si la comunicación no es clara o le falta detalles, eso puede causarte muchos más problemas. Siempre que hables, reflexiona antes lo que quieres decir y piensa muy bien cómo lo dirás para que las cosas siempre queden lo más claras posibles.
Los niños por naturaleza van a buscar estar activos, jugar y experimentar cosas. Así que siempre déjalos en paz. Si tienes hijos y les gusta jugar afuera o estar en la patineta, patines o bicicleta, deja que lo hagan. Peterson hace énfasis en que los niños tienen todo el derecho de jugar y ser libres para que puedan adquirir más conocimiento de sí mismos.
Los niños nunca van a buscar estar a salvo porque les gusta probar cosas nuevas, atreverse y enfrentarse a los riesgos. Por eso Peterson dice que es importante que los dejes ser, para que puedan crecer con más resiliencia y sin miedo a hacer las cosas.
Una de las cosas que también menciona Peterson es que en estos días muy pocas veces te asombras de las cosas. Pasas tanto tiempo preocupado por todo lo que tienes que hacer que no tomas en cuenta las cosas más simples de la vida: el olor de las flores, el sol, la capacidad de poder hacer cosas un día más y simplemente estar agradecido por vivir.
Así pues, Peterson te invita a que te des cuenta de todas estas cosas y las aprecies como si fuera tu último día, así como a siempre buscar ser la mejor versión de ti cada día.
Fuente: "12 reglas para vivir: Un antídoto al caos", Jordan B. Peterson.