A la par que en la India se celebra Diwali, en Nepal se lleva a cabo el festival Tihar, que tiene un concepto muy similar, pues ambos se centran en el triunfo de la luz sobre la oscuridad y son días en que las personas iluminan sus casas con velas.
Uno de los aspectos más interesante del festival es que el segundo día, llamado Kukur Tihar, está dedicado a venerar a los perros, animales que tradicionalmente se han considerado como los mejores amigos del hombre en diversas culturas. En este día, las personas los honran y veneran con flores y una comida especial que les ofrecen después de un ritual ceremonial.
Durante dicha ceremonia, los devotos bañan a sus perros para engalanarlos luego con guirnaldas y con el tradicional tika (una mezcla de polvo rojo y arroz que se pone en sus frentes en señal de bendición), antes de ofrecerles los deliciosos manjares que han preparado para ellos.
Pero este trato especial no se limita a los perros que tienen una familia, pues los residentes de las zonas urbanas acogen a los perros callejeros en sus casas por 1 día y también se celebra a aquellos canes que se encuentran en albergues y refugios.
Lo triste de todo esto es que, de acuerdo con datos del Centro de Tratamiento de Animales de Katmandú, los más de 22 mil 500 canes que habitan en las calles de la capital nepalí viven en condiciones deplorables durante el resto del año.
Este día dedicado a la veneración canina tiene una gran relevancia en Nepal, pues según sus tradiciones, se cree que los perros son mensajeros de Yamraj (dios de la muerte). Por lo tanto, la ceremonia se realiza en un intento por agradar al dios y porque se considera a los perros como una bendición para toda persona que se cruce en su camino.
Por otro lado, los perros ocupan un lugar especial en la mitología hindú, pues la historia dice que, miles de años atrás, cuando falleció el príncipe Yudhisthira, éste ascendió al cielo junto con su perro, pero justo antes de entrar en el paraíso, Indra, el Dios de los Cielos, le impidió entrar con el animal.
Ante esto, en vez de dejar a su fiel can afuera para poder pasar, Yudhisthira se negó a abandonarle y prefirió quedarse con esa criatura que había mostrado una gran lealtad al permanecer a su lado en momentos buenos y malos. Finalmente, Indra se conmovió ante tal gesto y lo dejó pasar junto con el perro, al que incluso convirtió en una deidad.
Finalmente, en Nepal se tiene la creencia de que durante Tihar, la diosa de la riqueza Laxmi visita las casas, por lo que en los días previos a la festividad la gente limpia sus hogares y los decora con flores, lámparas de aceite y dibujos en el suelo hechos con polvo de colores.