Antes de contarles mi experiencia con el nuevo reloj inteligente de Apple, tengo que confesar que no suelo cambiar tan rápidamente mis gadgets. Normalmente tardo un par de años antes de hacer el cambio. Esta vez fue diferente.
Usé el Apple Watch Series 3 por poco más de 1 año y, después de ver la presentación de Apple el 12 septiembre pasado, me planteé la idea de cambiarlo por el nuevo Series 4.
Es cierto que, físicamente, el reloj tuvo algunos cambios: el tamaño de pantalla, el espesor e incluso el posicionamiento de las bocinas, pero lo que realmente llamó mi atención fue el completo rediseño interno o, como lo llamo yo, el “rediseño invisible”.
Con el paso del tiempo, el reloj inteligente de Apple poco a poco comenzó a integrarse en muchos de los aspectos de mi vida, incluso al punto de reemplazar a mi telefono en muchos de ellos.
Aunque primordialmente lo utilizo para hacer ejercicio, las funciones de recibir mensajes, checar mi calendario y escuchar música se han vuelto básicas para mi día a día.
Pero ¿qué hizo que quisiera cambiar mi Series 3 —que está en perfecto estado— por el nuevo Series 4?
Muy sencillo. Ahora mi experiencia de hacer ejercicio es recompensada con nuevas funciones. El rediseño tecnológico, junto con la actualización al sistema operativo WatchOS 5, ofrece un reloj más divertido y con funciones nunca antes experimentadas en un gadget de este tipo y tamaño.
De inicio, abrir la caja del reloj es como abrir un regalo. Como siempre, Apple hace que la experiencia de comprar sus productos comience desde que abres sus cajas. Adentro viene todo muy organizado y no es raro el sentimiento de querer estrenar el equipo, pero al mismo tiempo no querer romper la organización del empaquetado.
Fue una grata sorpresa saber que las correas de mi Series 3 son compatibles con esta nueva generación, que es la primera que cambia de tamaño.
Mi reloj es la versión con carátula de 40 milímetros, en acabado de de aluminio y color plata, con GPS + celular. Esto es muy importante porque significa libertad: puedo dejar mi iPhone en casa y recibir llamadas y mensajes, e incluso transmitir música y podcasts, todo directamente en mi muñeca.
Lo primero que salta a la vista es la pantalla, que ahora es más grande y, por lo mismo, puede tener hasta ocho “complicaciones” a la vez y en un solo vistazo. Las “complicaciones”, como las llama Apple, son todas la aplicaciones o widgets con información relevante que aparecen en la carátula.
Para una de las carátulas de mi reloj (puedes tener varias) escogí la que aparece en la imagen que puedes ver arriba, que me enseña la temperatura actual con el rango mínimo y máximo que habrá durante el día, Shazam, mi música, la actividad física y porcentaje de batería, entre otros. La nueva pantalla se ve simplemente increíble.
Para retomar el tema de por qué el reloj enriquece mi experiencia de ejercicio, les cuento que ahora el Apple Watch registra por sí solo si realizas alguna actividad física, en caso de que no hayas activado la función. De la misma manera, al terminar te pregunta si ya finalizaste tu rutina y te muestra los números y datos de tu actividad.
Sus sensores de nueva generación (acelerómetro, giroscopio y altímetro barométrico) generan información mucho más precisa de cada actividad física. Su nuevo sensor de frecuencia cardiaca promete generar información más completa sobre la salud de tu corazón. Incluso la FDA (Food and Drug Administration de Estados Unidos) aprobó una nueva función mediante la cual el Apple Watch es capaz de realizarte un electrocardiograma.
Para esta prueba decidí dejar el celular atrás y aprovechar la función celular del reloj para escuchar un podcast mientras hacía mi rutina de ejercicio. Así es, el nuevo sistema operativo ahora te permite tener tus podcasts favoritos en el reloj.
En mi experiencia, este tipo de gadgets te convierten en una persona mucho más sana y consciente de la actividad que realizas a diario. Establecer retos personales, medir tus pasos y monitorear tu salud hacen que sentirte bien sea más como un juego que una obligación.
Vale la pena mencionar que este reloj inteligente es para todo tipo de deportistas, pues está certificado —como los mejores— para ser sumergido hasta 50 metros de profundidad. Así que si lo tuyo es la natación o algún deporte acuático, también podrás sacar provecho de este gadget.
Podría decir mucho más sobre todas las mejoras técnicas, como el aumento de 50% de poder en su bocina, su mayor capacidad de procesamiento o su almacenamiento. Incluso su función que detecta si tuviste una caída y, de ser necesario, puede contactar a algún número de emergencia. Pero por el momento tengo que terminar esta experiencia y no perder mi avión.
Sobre qué versión conviene más (GPS o GPS + celular), la decisión es tuya. Valora qué tanta libertad quieres y si estás dispuesto a pagar alrededor de 100 pesos más al mes en tu plan de telefonía celular por activar la eSIM que tiene el reloj. Tanto AT&T como Telcel ofrecen el servicio en México. Y no olvides que deberás contar con un iPhone compatible para poder usar el Apple Watch.
Si tienes alguna duda sobre el reloj o alguna de sus funciones, ponte en contacto con Harmonía y un colaborador te ayudará con mucho gusto.