El reconocimiento y control de las emociones no es algo que suela enseñarse en las escuelas ni en ningún tipo de formación profesional. Más bien, la educación y la cultura parecen confundirnos cada vez más con respecto a qué sentimos y cómo lo sentimos, y es que en varios medios se normaliza la inestabilidad emocional o se celebra la confusión mental.

Por eso es muy común encontrar personas que tienen dificultades para comunicarse de manera asertiva, así como para comprender por sí mismas qué es lo que sienten y con qué motivo.

Sin embargo, el poder reconocer y aceptar nuestras emociones puede señalar puntos clave sobre nuestra personalidad y sobre nuestras necesidades en cada momento. Te contamos tres formas en que esto sucede.   

1. Satisfacción o insatisfacción

Cuando somos capaces de reconocer nuestras emociones de satisfacción e insatisfacción podemos identificar cuando nos hace falta algo, y entonces emprender la búsqueda por saber qué es lo que queremos. En cambio, si simplemente nos sentimos insatisfechos todo el tiempo, sin distinguir la sensación de satisfacción, nos sentimos incompletos, y es cuando desarrollamos emociones como el apego.

2. Placer o disgusto

Para comprender qué es lo que queremos también debemos entender qué nos causa placer y qué nos causa disgusto. Distinguir entre estas dos emociones antes de tomar decisiones nos ayuda a ser más asertivos en cuanto a lo que creemos necesitar para estar bien. ¿Realmente buscamos lo que nos hace sentir bien?

3. Mejor comunicación con mejores resultados

Cuando tenemos claras nuestras emociones e identificamos la manera en que reaccionamos a las mismas se vuelve mucho más sencillo comunicarse de manera asertiva, pues sabemos lo que queremos, por qué lo queremos y cómo debemos comunicarlo para obtenerlo. Esto conlleva resultados claros al momento de satisfacer nuestras necesidades.

Trabajar con el reconocimiento y la aceptación de las emociones es una labor que requiere paciencia, compasión y constancia. Si quieres emprender la labor de conocerte a profundidad recuerda mantener una actitud de agradecimiento y amor hacia ti mismo, para que poco a poco identifiques cuáles son tus emociones. Aquí te damos más consejos al respecto.