El miedo es una emoción de supervivencia muy natural en el ser humano. Nuestros ancestros y la especie humana sobrevivieron en gran medida porque esa emoción les avisaba de un peligro que los impulsaba a huir y, en consecuencia, a mantenerse vivos.
Pero cuál es la utilidad que le damos a esa emoción en nuestros días en los que, para empezar, no estamos familiarizados con la gama emocional que manejamos, ya que generalmente permanecemos fuera de contacto con nosotros mismos. Sin embargo, el peso de lo que sentimos (y no ha sido manifestado) tiene consecuencias importantes en nuestras vidas: enfermedades físicas o trastornos psicológicos con los que nos acostumbramos a vivir.
No estoy hablando de un miedo natural en el que nuestra integridad física se ve amenazada y es necesario tomar una acción, estoy hablando de los miedos imaginarios, como el miedo a avanzar, a ser grande, a cambiar de vida, a dejar lo conocido, a soltar, a comprometerte, al cambio y a salir de la zona de confort.
Aparentemente es un miedo que nos está protegiendo de algo malo, pero si partimos de que el universo es un lugar que te sostiene, hecho para que despliegues tu grandeza, ¿qué es lo peor que podría pasar? Lo peor que puede pasar cuando te aventuras es que aprendas de ti, pero más bien tienes miedo a no saber manejar las situaciones nuevas que vengan a ti, porque no confías.
Tienes miedo a crecer, a evolucionar, a ser grande. Y es que sería algo diferente y lo diferente te asusta porque nunca antes lo has vivido. Si te preguntaras qué es lo peor que podría pasar y le pones cara a tu miedo, finalmente podrías ver que no es tan grave como para que te detengas.
Claves para manejar el miedo
1. SUELTA la resistencia al cambio y a lo desconocido, el crecimiento y la evolución siempre estarán al otro lado de lo conocido. Sal de tu zona de confort, de ese espacio conocido que te mantiene estancado y comprometido con tu pequeñez. Abraza el cambio y no dejes que tus días pasen y que en tu mente se haga cada vez más difícil la posibilidad real de que haya un cambio.
2. IDENTIFICA de qué tamaño es tu inseguridad en tus propias habilidades y confía en que estás sostenido por algo más grande que tú y confía profundamente en ti. Naciste con la sabiduría más que suficiente para ser guiado en tu propósito de evolucionar y ser feliz.
3. AVANZA aun con el miedo a tu lado. Si tus sueños no te asustan, entonces no son tan ambiciosos; no te detengas porque sientes miedo, al contrario, siente el miedo y pregúntale qué mensaje tiene para ti, si pudiera hablar, qué te diría. Honra tu miedo, permite que pase, porque no eres eso y si regresa, avanza con él.
4. NO ESPERES a que las condiciones estén perfectas para emprender la aventura de tu vida, tampoco planees muy a futuro. Da el primer paso y sobre la marcha irás descubriendo el reto de cada etapa y, con una mente abierta y anclada en el momento, descubriendo lo que el momento requiere de ti.
El único miedo que un ser humano debería tener es a envejecer sin sentido ni propósito, sólo para descubrir, al final de sus días, que no fue capaz de romperse el alma por perseguir lo que siempre anheló, y aunque en el camino tal vez no lo hubiera conseguido, al menos estaría en paz consigo mismo al haberse atrevido a luchar.
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